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Jimena Amarillo: “Sí que quiero ser referente. Siento que faltan, que no hay, que tienen miedo”

Hablamos con la valenciana sobre su nuevo disco, 'Angélika', donde adopta la forma de su 'alter ego' trans y que presentará en el festival Tomavistas

María Toro
Escrito por
María Toro
Redactora de Cultura, Time Out Madrid
Jimena Amarillo, por Marco de Lara.
Jimena Amarillo, por Marco de Lara.
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Tiene 23 años y está a punto de publicar su tercer álbum de estudio… o de estar en casa, como ella dice, porque Jimena Amarillo crea, produce y canta toda su música desde su habitación. La valenciana alcanzó la fama con Cafeliko, tema que a día de hoy odia con todas sus fuerzas, como quien no soporta ser recordado por aquello que fue pero que ya no reconoce. Ahora, liberada y con más confianza que nunca, juega a ser Angélika, “su alter ego trans”: una cabezuda “tetona” que viste entera de leopardo y tiene un flequillo milimétrico. Así ha bautizado su nuevo disco, un trabajo en el que mezcla su intensidad de lesbiana (a mucha honra, asegura) con sus clásicas letras oníricas, honestas, más cercanas a la poesía que a la imperante banalidad en la industria.

Jimena quiere que, si lloremos, lo hagamos bailando, como lo hará ella sobre el escenario en los conciertos de su próxima gira. Por el momento, Angélika se estrenará en concierto en Madrid, el jueves 29 de mayo en el festival Tomavistas. Hablamos con ella sobre su año más estable mentalmente detrás de ese flow desquiciada que tanto le gusta.

El 9 de mayo publicas Angélika, tu tercer álbum de estudio…

Bueno, de estudio no, porque todo sale de mi casa siempre, pero sí, esta vez me he ido incluso fuera, a París, y me he vuelto loca del coño. No necesitaba irme a París como medio físico, pero sí necesitaba un cambio de aire y volverme un poco loca. Ahí fue cuando terminé el disco, que empecé e hice todo en mi casa. Me fui a París con un francés del sello discográfico, no entendía nada de lo que nos decía, me encantó la experiencia.

Se te ve con muchas ganas de que la gente escuche el nuevo disco

Sí, la verdad, aunque iba a decir que llevo mucho sin sacar música, pero es mentira, porque soy un coñazo y siempre saco música, pero esta vez creo que es distinto. He estado bien este año, no he tenido ansiedad ni nada y se nota hacer un disco cuando estás bien mentalmente, sobre todo cuando tienes amigos en Madrid. Mi segundo disco lo hice en Madrid sin amigos y tenía una ansiedad que te cagas, lo recuerdo como una época de mierda y este disco siempre me recordará lo bien que estaba y a cómo han colaborado mis amigos en cada una de las canciones… y estoy muy contenta, la verdad.

La cantante Jimena Amarillo, por Marco de Lara.
Jimena Amarillo, por Marco de Lara.

¿Dirías que es el disco del que estás más orgullosa?

Sí, sí, sí, sí, pero porque me lo he pasado muy bien y creo que tiene los dos puntos de mi persona que no se han visto. Mi primer disco era intenso. Mi segundo disco era indie-intenso, pero este disco tiene de todo: lo que nos gusta ahora, que es banal, pero también contrasta con mi intensidad de siempre de lesbiana intensa, entonces me gusta que eso se junte, creo que es muy guay.

¿Por qué llamar al disco Angélika? ¿Quién es Angélika?

Angélika es mi alter ego trans, así te lo digo. Este año he estado muy libre, ya no me escondo. Mi círculo al final en Madrid es LGTBQI+, de todo, y quería englobar un poco eso. La música no es solo música, es una forma de reunir a mi colectivo y este año me he dado más cuenta que nunca. Mi música está creada junto a mis amigos, que son del colectivo, y yo también tengo mucho de eso. Entonces pensé que era una manera de hacer un disco y un show en el cual yo pudiera mostrarme de repente; me densudo, me pongo una peluca... Con la música pienso que eso se puede hacer y me apetece mucho llamarlo así por eso, porque engloba mucho a mis amigos, a mi comunidad, a mis amigas trans de Madrid…

Este año no he tenido ansiedad y se nota hacer un disco cuando estás bien mentalmente

Ya tiene incluso su propia cuenta de Instagram, su propio cabezudo… es real.

Total. Yo quería un muñeco gigante, pero luego se fue desarrollando, e hicimos una persona, tal cual. Todo lo que engloba el disco es Angélika porque me inventé el nombre, quería algo que fuera así como choni.

El cabezudo fue porque soy de Valencia, donde siempre se han llevado los cabezudos como en desfiles en Fallas, y siempre me han llamado la atención. El cabezudo era una cosa que mezclaba mis raíces y busqué a alguien que pudiera hacerme uno. Encontré a una pareja de maricones increíble que vive en Guadalajara. Ahora lo tengo en mi casa, mide un montón. También quería un objeto que pudiera ponerse encima una de mis bailarinas en el show y dije: blanco y en botella.

Así que todo apunta a que el show este año va a ser bastante distinto de lo que sueles hacer

El show va a ser… puff. Bailarinas y Angélika por ahí en el escenario. Fuerte. Estoy aprendiendo a bailar y todo. Va a haber coreografía y yo cantando. Fuera baterías, fuera todo. Igual saco el violín para hacerme la moderna y que la gente vea que toco un instrumento, pero es que este año me apetece estar suelta. Necesitaba moverme, full electrónico, aunque el disco tampoco es así, porque lo he hecho con instrumentos en mi casa, pero el directo va a ser ese rollo. Full performance, como este disco.

He estado muy libre, ya no me escondo. Mi círculo es LGTBQI+ y quería englobar un poco eso

Se te nota más liberada en todos los aspectos

Sí. Creo que este año es cuando más clara tengo mi mente. Empecé a hacer música, y mucha, desde que era muy pequeña; al final, cuando saqué mi primer disco tenía 19 años, tampoco he madurado tan pronto… Ahora miro atrás y pienso que hay muchos artistas que tienen sacar mucha música de meirda para sacar algo que consideren bueno y yo soy una de ellas. Nunca me pienso las cosas, soy muy de impulsos, subo una canción y al mes siguiente la he escuchado y he pensado: “Coño, por qué he subido esto…”. Al final es mi personalidad y estoy aquí por eso. Por ejemplo, Cafeliko, que la odio con toda mi puta alma, pero si no hubiera sacado eso… ¿qué? Es la que todo el mundo me pide.

Eres muy espontánea y puede que ahí esté la clave de su éxito, en tu naturalidad. ¿Alguna vez te ha jugado una mala pasada ser así?

Total, total. No me ha jugado mala pasada ser así, yo he estado muy contenta siempre con todo. Al final es mi esencia. Nunca he cedido a cosas que se me han propuesto y tengo la suerte de estar en un sello que no me pide que encaje en la industria, porque obviamente mi música nunca la ha acatado. Puede que Cafeliko sea un hit de industria, pero fue sin querer, no sé hacer hits.

Ir a uno de tus conciertos es puro espectáculo: nunca sabes qué te vas a encontrar. Cambias las letras, los ritmos, cantas temas a la mitad, otros más de una vez…

Este año va a ser más loco aún. Sin una guitarra encima es que voy a hacer lo que me dé la gana y encima con bailarinas… puff. En el Tomavistas me estreno, así que más os vale venir a todas las madrileñas, porque va a ser muy guay y tengo muchas ganas.

El show va a ser… puff. Bailarinas y Angélika por ahí en el escenario. Fuerte. Estoy aprendiendo a bailar y todo

Angélika lleva mucho leopardo. ¿Reivindicas el animal print? ¿El chonismo?

Es como la típica tía de Granada ravera, de Valencia, de una okupa… es más bien perroflauteo. Yo he llevado rastas, iba a conciertos de La Raíz y es lo que siempre me ha identificado. Creo que cuando vine a Madrid empecé a ponerme ropita más pija, pero este año me he dado cuenta de que no era quien soy en realidad y he vuelto a vestir como lo hacía en Valencia. Venir a Madrid te vuelve loca, porque empiezas siendo una persona que no eres, pero para darte cuenta de eso tiene que pasar año y medio y yo en ese tiempo he estado sacando música, yendo a eventos, sacándome fotos… es como vale, esa época quedará ahí para siempre, pero voy a volver ahora a lo que era y encima más que nunca, o sea, voy a destacarlo. Full leopardo todas.

Y ese flequillo milimétrico, como dices en Flow desquiciada

Obvio. De hecho, te voy a decir una cosa: este año, en la fiesta de mi cumpleaños no puedes entrar al local si no te has pillado un flequillo milimétrico y no lo llevas puesto. Todas las invitadas tienen que llevarlo. En los conciertos igual, quien esté en primera fila, con flequillo milimétrico, y si no, que se echen para atrás.

"¡Arriba las lesbianas!" podría definirse como tu grito de guerra característico. En la realidad que vivimos: ¿Ves más necesario que nunca reclamar espacios para el colectivo?

Sí, sí, más que nunca y mi música va a ser sobre eso, me voy a meter en todos los berenjenales… Cuando empecé haciendo música me enfadaba mucho porque me decían que era para lesbianas y yo pensaba: “No, solo hago música”. Este año me he dado cuenta de que sí que quiero ser referente. Siento que faltan, que no hay, que tienen miedo a que industrialmente no encajen. No voy a colaborar con tíos, odio a los raperos, todos tienen algo, no voy a juntarme con gente por beneficio industrial… voy a hacer siempre lo que me da la gana y a defender a mi colectivo y a mis lesbianas porque hace muchísima falta. Porque ahora puedo con ese hate, hace dos años te diría que no. Antes tenía miedo pero ahora me la pela, quiero que mis lesbianas más inseguras me vean y sepan que estoy aquí y estamos aquí.

Sí que quiero ser referente. Siento que faltan, que no hay, que tienen miedo a que industrialmente no encajen

Puede que mucha gente aprendiera quién eres a principios de año, cuando reinterpretaste 'Libertad sin ira' en el primer acto del Gobierno por los 50 años de la muerte de Franco y te dedicaron titulares bastante llamativos, como: "La cantante que hace 'música para lesbianas'". ¿Cómo te has tomado la situación?

Fortísimo. Fui al evento, me dijeron que me iban a pagar 3.000 euros y que no iba a haber medios, cámaras, ni nada, pero era una información que no tenía por escrito. Soy tan ingenua que me lo creí. Fui allí, toqué, la gente encantada. Pedro vino y me dijo: "Mis hijas son muy fans, quiero verte en directo otra vez, enhorabuena". En ese momento las cámaras aprovecharon, nos hicieron fotos, y luego él me pidió otra para sus hijas y yo hice el signo de la "L" de "Lesbiana", como siempre. No me quiero meter en la política de esa manera, no es mi cosa. El hate sigue pasando, tengo amenazas de muerte en mis mensajes en Instagram. Me dio bastante ansiedad en un momento y pedí que tumbaran los videos de mi actuación porque no quería más comentarios de nazis.

Con este disco no quiero que lloréis y, si lo hacéis, que sea bailando

Se te ve cómoda jugando con el estereotipo de lesbiana intensa

Con este disco menos, porque he querido deshacerme de esto de que la gente llore con mi música, pero con este disco no quiero que lloréis y, si lo hacéis, que sea bailando. No quiero que se me catalogue musicalmente como triste, porque no soy nada eso. Abrazo ser intensa y no tengo ninguna vergüenza.

¿Con quién te gustaría que Angélika tuviera una cita?

Con Metrika, o sea, Angélika tendría una cita con ella, fijo.

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