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Si no fuiste uno de los afortunados en comprar una entrada para ver a U2 en directo el próximo 20 de septiembre (recordamos: las entradas salieron a la venta el martes 26 de enero y se agotaron en apenas diez minutos, con la sombra de la duda y la reventa abusiva pululando por ahí), hoy tienes otra nueva oportunidad. Perdón, tenías. Porque efectivamente, ha vuelto a suceder. De hecho, ha ocurrido algo peor. Y es que las entradas salieron ayer a la (re)venta -¡WTF!-, un día antes que la venta oficial prevista en principio para hoy mismo, lo que solo puede significar una cosa: que va a ser imposible que veas a la banda irlandesa por su precio oficial: entre 35 y 195 euros.
Eso sí, si estás dispuesto a pagar entre los 227 -visibilidad reducida- y 580 euros que ya se está pidiendo en paginas web de reventa, adelante. Solo tienes que hacer click será toda tuya. ¿Qué lástima, no? A este paso va a ser imposible que veamos a nuestros grupos y bandas favoritas en directo. Deberíamos plantarnos todos y boicotear este tipo de procesos de venta de entradas, igual que nos boicotean ellos a nosotros. Porque así, nadie gana. Bueno sí, la reventa.
Lo curioso es que ni si quiera la petición que realizó el martes el Ministerio de Educación y Cultura a Interior para que investigue lo que ha ocurrido con esta supuesta venta abusiva de entradas, ha frenado las ansias de las plataformas de reventa para volver a hacerlo. Esperemos que Interior se pronuncie pronto y que obligue a etas compañías -muy amigas de los algoritmos- a que nos den la razón a los usuarios; si no, podemos ir despidiéndonos de los grandes directos.
Incluso, si nos ponemos en lo peor, puede llegar a suceder que nadie quiera venir a dar conciertos a nuestro país. Y eso sí que sería una lástima. Qué queréis que os diga: esto con las colas presenciales, no pasaba. Quién nos iba a decir que madrugar y pasar frío nos garantizaba algo que la comodidad de estar en casa calentitos, smartphone, tablet o portátil en mano: conseguir un par de entradas para ver a U2. Internet, tú antes molabas.