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Sala de Despiece es uno de los mayores éxitos en el panorama de la restauración madrileña de los últimos años. Mira que han pasado años desde su apertura en Ponzano y las colas a su puerta siguen siendo una realidad constatable. Hace poco Javier Bonet, el jefe de todo esto, abrió una segunda sucursal en lo que se están convirtiendo en la nueva Milla de oro de la capital. Y, de nuevo, turistas y madrileños comparten una barra llena casi a diario. Ahora se ha sacado de la gorra, otro hit.
Junto a este segundo Sala de Despiece (Virgen de los Peligros, 8), pared con pared, acaba de levantar la persiana de su Galería Comercial. Diseño y arte contemporáneo entre metal, cristal y neones. Un escaparate minimalista sirve de puerta de entrada a un espacio, a medio camino entre un gran cámara frigorífica y una tienda ultrachic, donde vender las piezas más icónicas del restaurante (del soplete a las pinzas) junto a ropa de su propia marca (gorras, camisetas, sudaderas...), puzles 3D, delantales, vajilla, pósters de Óscar Mariné...
El concepto se expande pero compartiendo los mismos parámetros de calidad (la ropa es de algodón orgánico, por ejemplo) y máxima curiosidad que siempre despiertan sus platos (aquí lo más singular quizás sea un jabón de aceite reciclado aromatizado al vino tinto) y todo en un local diseñado Luis Úrculo.
Así que mucha gente después de comer en su barra (vayan a carta o al menú cerrado que han creado con clásicos y nuevas creaciones), se cuela por una puerta interior para acceder a este nuevo espacio y seguir quemando la tarjeta. Obviamente tiene entrada desde la calle y próximamente todos estos productos también los podréis encontrar online.