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Comer y marchar. O llevártelo a casa. Gastarse poco. Listo en unos minutos. Un bocado sencillo y rico. Con estos mimbres las chicas de Revuelto se han hecho un nombre en el nuevo "fast-good" de la ciudad donde caben bocadillos de autor, shawarmas gourmet y varias focaccias. Las redes crearon el hype, las colas se repetían en Chueca (a orillas de Gran Vía) y ellas han mantenido la demanda de lo que hacen cuidándolo cada día.
Más que sostener este vertiginoso éxito (en diciembre cumplirán dos años), Naia y Sandra han dado un paso más allá en este proyecto de sándwiches del que se enamoraron durante su estancia en Corea del Sur. Las dimensiones, mayores claro, del nuevo local de Revuelto en Malasaña (Corredera Baja de San Pablo, 49) ayudan. Ahora si os apetece, podéis sentaros tranquilamente en una mesa (de su minimalista espacio) y acompañar su carta de sándwiches (tiene alrededor de seis opciones diferentes de relleno) con un café de especialidad o un matcha.