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Con el verano a la vuelta de la esquina las cartas se mueven, mutan hacia platos más frescos -entra un gazpacho o un ramen frío, reina el atún de almadraba y el bonito- y todos buscamos restaurantes con terraza y azoteas para echar la tarde y que nos pille la noche con una copa en la mano. En el gran escaparate a ras de cielo que ofrece Madrid hay un espacio que siempre despierta onomatopeyas. Quizás sea el único con piscina y ciclo de cine bajo las estrellas.
232 habitaciones y 18 suites. Pero también un beach club (con un horario de apertura de 10.00 a 21.00) y sobre todo un sky bar disponible para todo el mundo (no sólo para los huéspedes). Una azotea que inaugura novedades en su carta sólida y liquida, una propuesta donde también caben todos los apetitos. Cocina mediterránea con guiños castizos y paradas internacionales y una colección de tragos con algún homenaje encubierto al propio hotel (estamos, que aún no lo hemos dicho, en lo más alto del Hotel Emperador), lejos de las miradas de toda la marabunta que se mueve arriba y abajo por Gran Vía.
Hay nachos y croquetas, hay sándwiches en muy distintos formatos y varios poke bowls, hay pizzas y, claro, hamburguesas. La comanda te la montas a tu gusto pero es un plan perfecto para compartir, para escaparse cualquier día de verano, para sorprender. ¿Y para beber? Tienes desde sangrías especiales hasta coctelería clásica y creaciones efímeras para la temporada estival.
