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Si sois viajeros y os gusta el arte, es más que probable que sepáis quién es Agustín Ibarrola, el autor del que posiblemente sea la intervención artística en la naturaleza más conocida del País Vasco: el bosque de Oma, en el corazón de la reserva natural de Urdaibai. Un inmenso bosque donde los pinos son el lienzo de una inmensa obra de arte al aire libre del pintor Agustín Ibarrola. Durante los años 80 y el año 2000, pintó los troncos de los árboles hasta crear este universo de colores dividido en 30 conjuntos artísticos. Gracias a su singularidad y su popularidad, hoy son todo un icono de la cultura de Bizkaia. Y uno de los grandes referentes del Land Art a nivel mundial.
Pues bien, Ibarrola es también el autor de un bosque de piedras de colores situado en la localidad de Muñogalindo, a solo una hora y media de Madrid. A diferencia del de Oma, aquí los árboles no son pinos sino encinas, y las obras de arte no son troncos, sino piedras. Un conjunto de rocas de granito intervenidas a todo color que recuerdan mucho al bosque de Urdaibai, pero en Ávila, en una dehesa en la que el artista dejó su huella.
Son las Piedras de la Garoza, "el resultado de un íntimo y profundo diálogo entre Agustín Ibarrola y los granitos de afloran por doquier". Y está a un paso de Madrid. Y aunque la entrada no es gratuita, el precio es bastante económico.