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"No es la cantidad, sino la calidad de la luz, lo que hace que las cosas sean visibles", decía Mariano Fortuny. Pues en esta terraza, a la sombra de unas palmeras, rodeados de abundante vegetación y ya sin su característica cúpula, podéis sentaros a comer, a tomar algo y disfrutar de esa luz que se posa en sus mesas. Apuntad la dirección: Fortuny, 34. En el corazón del exclusivo barrio de Almagro, junto al Paseo de la Castellana.
No hay mesa sin su plato asiático (sean maki, tempura o tataki) pero la carta se renueva con opciones frescas para la temporada como el gazpacho de fresón con picadillo de gambas, los berberechos de Noia al aroma de coco y lima, la ensaladilla rusa casera con buey de mar o los taquitos de salmón con aguachile de maracuyá y chips de plátano. Una propuesta que tiene platos mayores como la ventresca de atún rojo con escabeche blanco o las sepietas de playa con habitas, jamón y huesitos fritos de codorniz.
Podéis ir a comer acompañados de un ambiente privilegiado y tranquilo pero también podéis entregaos al binomio de tardeo y cócteles (abrid apetito con el Negroni Fortuny o el Sbagliato della Cúpula) y, por supuesto, siguen abiertos sus otros espacios, ahora totalmente renovados. Hablamos del restaurante italiano Benedetto, una coctelería de autor (Henriette) y ese club para los más noctámbulos que se esconde bajo el nombre de Morris Club.