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Un postre llamado Furusato, palabra japonesa que significa lugar de origen, para el que usó como principales ingredientes el 'sudachi', un cítrico asiático muy desconocido en España, y la miel de castaño andaluz fue la propuesta que Noelia Tomoshige presentó a la gran final. Y con ese dulce que habla de sus raíces se llevó el premio a Pastelero Revelación en el marco de Madrid Fusión. Ya os la recomendamos en las páginas de Comer y Beber de nuestra última revista.
El gran congreso mundial de gastronomía ha puesto ahora su espléndido trabajo en el mapa pero ella lleva tiempo haciendo felices a los vecinos de Getafe a diario con sus creaciones, las que salen del obrador de Monroebakes (Av. de La Paz, 21), bocados que recuerdan sus orígenes japoneses, sus años de aprendizaje en la escuela Le Cordon Bleu y su querencia por utilizar lo mejor del producto nacional.
El local lo abrió hace poco más de un año y este espaldarazo llega en un momento perfecto en la carrera de Tomosighe, que decidió dar un vuelco a su vida y virar todo hacia la pastelería. Y ahora seduce con sus mille crepes, bordar la cheesecake nipona y cada temporada sus vitrinas lucen creaciones efímeras (en las pasadas fechas navideñas creó un entremet de yuzu y turrón).
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