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Construido en 1924 por el arquitecto Luis Sainz de los Terreros, este edificio de tres plantas estaba a punto de ser demolido pero los actuales propietarios consiguieron reflotarlo allá por años 90 y darle una nueva vida. No contentos con eso, convirtieron El Viajero en un icono de la noche madrileña, en un punto de unión ineludible en La Latina.
El ayuntamiento madrileño, de manos de Andrea Levy (delegada del Área de Cultura), reconoce ahora con una placa conmemorativa lo que este versátil espacio tuvo de elemento catalizador para la revitalización y recuperación de un barrio histórico. Aún hoy, sobre todo cuando cae la tarde, sigue siendo un reclamo turístico de primer nivel en el centro de la capital.
"Nuestro deseo es significar a El Viajero como un establecimiento centenario que ha representado tanto para el tejido cultural de Madrid, porque ha sido cronista de parte de la historia de la ciudad, contribuyendo a configurar su carácter e identidad", ha apuntado Levy en un acto en el que estuvo arropada por algunos nombres que pasaron por allí en distintas épocas como Carlos Jean o Carmen Posadas. ¿Un vermut en su terraza a pie de calle o la primera copa en la azotea? ¿Qué os tienta?
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