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Tapas bien reconocibles, carne a la brasa e incluso un menú del día (por menos de 20 euros) en el centro de Madrid. Con eso ya puedes montar desde un plan especial a la hora del aperitivo a una comida secreta entre amigos en plena Gran Vía. En este escondite en lo más alto de la calle más famosa y paseada de la capital, a una propuesta culinaria de primer nivel se une el escenario más singular posible. Y todo en el elegante edificio que desde 1915 albergara el emblemático Hotel Roma, uno de los primeros de esta gran arteria comercial.
Lejos de las miradas de los miles de turistas y madrileños que caminan arriba y abajo por la calle, en las dos plantas superiores, la quinta y la sexta, de Wow Concept, el centro comercial más cosmopolita y rompedor de Madrid, se esconde tanto un restaurante con una decoración única como una azotea para despedir el día entre copas. Del buen beber se encarga Daniel Regajo, que ha pasado por StreetXO en Madrid o The Gibson en Londres, para acabar diseñando aquí cócteles como el WOW Spritz a base de St Germain, limón, hierba buena, Grey Goose y champagne o el Sky Garden con Leblon, Martini Ambrato, kiwi, manzana, jalapeño y cilantro.
Un templo dulce escondido en la carta de Gran Vía, 18
1000 metros cuadrados dedicamos a la restauración y el ocio. Así es Gran Vía, 18. Ideados para comer en todas sus versiones y a todas horas. Hay desayunos, tapas y una carta más formal para estirar luego la sobremesa en el rooftop y una muy muy destacada sección dulce. De hecho al frente se encuentra Carlos López como jefe de pastelería (ex de grandes nombres de la restauración madrileña como Coque, Dstage o el Corral de la Morería). Su coulant de chocolate 72% de cacao, con helado caramel crunch y nueces pecanas a la cantonesa es uno de los imprescindibles del restaurante. Otras opciones interesantes son su risotto de arroz con leche con crujiente de perrunillas, su tarta de queso Payoyo o el lemon pie de crema de limón cítrica con merengue italiano quemado, polvo de galleta, gel de lima y helado casero de cáscara de limón.
Del lujo a las tapas en Gran Vía
En la carta que ha armado Jairo Jiménez para Gran Vía 18 caben los que quieran ir a comer caviar, ostras de Sorlut y un cañón de wagyu (o un lomo bajo de vaca rubia gallega) y los que se queden en unas croquetas de jamón, unos huevos rotos y una hamburguesa. Hay menú infantil y menú del día de lunes a viernes al mediodía. Las tapas viajeras quedan para la azotea. A lo más alto tan pronto llega un taco como un saam además de bocados infalibles como un brioche de steak tartar o un, ahora muy de moda, bikini a la brasa.
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