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De abrir a diario desde las 18.00 al cierre definitivo. La pandemia y la falta de turistas paseando por las calles de Malasaña nos han traído un nuevo cierre en este céntrico barrio. En la misma calle Pez a comienzos de año cerró la heladería contemporánea Popota, también acabó cerrando la versión 2.0 del legendario Palentino y ahora parece que le ha llegado el turno a otro icono de esta zona, El Pez Gordo.
Centro de reunión improvisado para muchos de los que actúan y trabajan en el cercano teatro Alfil, esta taberna acogedora y sencilla, con las paredes plagadas de carteles y fotos, no podía pagar más el alquiler y el casero no aceptó la rebaja que le pedían los actuales propietarios, Alexander Rubio y Rocío. Esta noche echan la persiana definitivamente pero aún os queda tiempo para ir a despediros y, tal y como confirma eldiario.es, para haceos con alguna pieza de su abigarrado interiorismo; todo está a la venta por unos simbólicos 5€.