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La idílica isla de Menorca es un paraíso mediterráneo irresistible para visitar en cualquier época del año. Aunque es el verano cuando todos sus encantos quedan al descubierto, como una playa cuando baja la marea. Así es como hemos descubierto un lugar tan único como insólito para disfrutarlo en familia: algo así como el sitio idóneo para viajar con niños pero con el ambiente de exclusividad que solo se encuentra en los hoteles 'adults only'.
Puede sonar a contradicción, pero existe. Está a medio camino entre Mahón y Ciutadella, en la costa de Migjorn y con acceso directo a la playa de Santo Tomás. Como un homenaje a la esencia más genuina de la isla y, por fuera, una oda a la belleza más pura y serena, con aspecto de gran villa mediterránea en el que sería muy fácil quedarse a vivir, si no fuera porque se trata de un hotel gran lujo, el primero que abre en la isla de Menorca (y miembro del prestigioso sello Leading Hotels of the World). Lo hace en un lugar lleno de historia: el hotel Sol Beach House, uno de los veteranos de la isla que, después de una remodelación completa, volvió a la vida en el verano de 2022 bajo el exclusivo concepto Gran Meliá (y, por tanto, hermano pequeño del Palacio de los Duques de Madrid, sin ir más lejos).
Todo en este idílico balcón frente al mar (dicho en el sentido más literal de la expresión) es puro ‘hype’: su arquitectura (de paredes de cal blanca, azulejos y barro), su estética (con jardines que recrean la flora autóctona de la isla), su amor por la artesanía local (de venta incluso en las boutiques del hotel), su apuesta por el arte (libros y esculturas convierten cada rincón en una pequeña galería), su diseño (de las 159 habitaciones, las hay con bañera exterior y hasta ‘infinity pool’ privada), su gastronomía de autor y Km0 (cimentada sobre los pilares de un referente de Ciutadella, el restaurante S'Amarador, y el producto cien por cien local, llevado a los altares en Cru Raw Bar, con un concepto de mixología creado por Joan Canals, propietario del emblemático restaurante y vinoteca Ulisses) y mucha conciencia eco, porque ha sido remodelado según los principios de la sostenibilidad turística liderando un concepto pionero en la isla
Un 'kids club' de ensueño en un hotel de lujo
¿Y qué pueden hacer los bebés y más pequeños de la casa en un entorno así? Menos entrar en la piscina privada que hay en la azotea del hotel, o en el selecto Thi Room Spa sin la compañía de un adulto, de todo. Además, cuenta con una pisicina solo para menores y un kids club que es como la habitación que todos hubiéramos querido tener en nuestra infancia, un paraíso muy Montessori con biblioteca de libros ilustrados, juegos de construcción, una alfombra de relax para soñar… y con acceso directo a las piscinas (tienen una solo para niños).
Una ventana abierta a los sueños, de niños y adultos, que pueden darse un baño mientras observan de reojo a sus pequeños a través del cristal. Y nos consta que la cosa va a más: desde el hotel se está trabajando para convertir a este espacio en un lugar mucho más completo con el que pretenden alcanzar la excelencia y ser también un referente entre los más pequeños, que soñarán con volver una y otra vez. Y sus padres, más.