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Hay muchos madrileños que no conocen el lugar, pero se trata de una auténtica joya. La Casa de Campo esconde una casa palacio, la de los Vargas, que ahora va a ser reformada para recobrar su aspecto de Real Sitio.
Francisco de Vargas, consejero real de Carlos V, construyó la casa en los terrenos de su familia junto al margen derecho del Manzanares. Allí se alojaba el emperador para descansar y cazar y allí también encontró refugio y consuelo al enviudar. Después, su hijo Felipe II ordenó comprar los terrenos hasta los límites de lo que hoy es la Casa de Campo para, como su padre, dedicarlos a su descanso personal y a la caza.
Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XX el espacio se utilizó para dar cabida a dependencias municipales, lo que borró cualquier vestigio de la historia que ahora se pretende recuperar.
Con la ayuda de historiadores, paisajistas, arqueólogos y miembros de la Plataforma Salvemos la Casa de Campo, el Ayuntamiento de Madrid lleva a cabo un minucioso estudio historiográfico para recuperar el esplendor que logró la casa palacio durante el reinado de Felipe II. Una vez concluya, una comisión de expertos decidirá los criterios de restauración, planificará las fases de trabajo y redactará un plan museológico.
Cuando abra de nuevo sus puertas, el Palacio de los Vargas será un centro de interpretación en el que se recupere su importancia histórica.
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