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La que fue una de las grandes aperturas del pasado año, la del restaurante Allard Madrid, completa ahora su oferta con un espacio de tapeo informal, pero sin perder las señas de identidad de la casa. Al lugar en cuestión lo han bautizado como Allard Petit y su equipo dice que surge para 'madrileñear' a todos los niveles. Así, el chef José Carlos Fuentes, propone llevar la excelencia de su cocina, en un salón alargado y elegante con su respectiva barra, mesitas y lámparas de araña clásicas, a la dimensión de los aperitivos y las raciones para compartir.
De este modo, la oferta recorre desde iconos locales como el bocadillo de calamares, las patatas bravas (en este caso 'por ganaderías', según nivel de picante), una tortilla de patatas con callos a la madrileña o una ensaladilla rusa, hasta bocados más cosmopolitas como el sándwich de bogavante con mahonesa de lima, un tartar de lubina con frambuesa, un pan frito relleno de rabo de toro y foie con emulsión de siracha, etc. También hay desayunos tardíos, con sus correspondientes churros, y para beber, pues vinos, champagnes, cervezas y sifones de la carta de Allard Madrid.
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