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Con la llegada del verano hay unos ejemplares vegetales muy especiales que convierten los estanques del Real Jardín Botánico en un precioso cuadro de Monet: los nenúfares. Y es que los nenúfares tropicales entran estos meses en su periodo de floración, aunque es en agosto cuando están en pleno apogeo. El estanque de la Terraza de los Bonsáis y el de la Plaza de Linneo son los escenarios a los que acercarse para contemplar estos espectaculares ejemplares.
Este año entre las distintas especies y ejemplares, en total unos 22, hay uno que causa admiración, el gran nenúfar Victoria, un ejemplar gigante que capta la atención de todos los visitantes y es que su floración es muy esperada, aunque no siempre se consigue. Además de contemplar este espectáculo de la naturaleza, los visitantes que acudan al Jardín Botánico van a poder descubrir que también en España, e incluso en Madrid, se cultivan este tipo de plantas acuáticas.