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Aún hay que esperar unos días pero porque hasta el próximo 18 de mayo no podremos disfrutar en Madrid del helado que ha arrasado en medio mundo. Y no es para menos. No solo es original, sorprendente y 200% instagrameable también está delicioso. Lo traen a la ciudad y en exclusiva el equipo de Panda Patisserie (Mesonero Romanos, 17) y se sirve en bandeja de madera y acompañado de té caliente en sets que costarán entre los 6,50€ y los 7,5€ en su versión cubierta de crema de mascarpone (4,50€ si es para llevar).
Tras conquistarnos con su su tarta de queso y sus fluffy pancakes, la primera pastelería japonesa de la ciudad nos sorprende ahora con este helado que será el gran postre estival junto a la Gran Vía. Es un helado menos calórico, bajo en grasas y apto para veganos y alérgicos al gluten o la lactosa. Aunque la clave de su éxito es, sin duda, su adictiva e hipnótica textura de nieve.
"Lejos de un granizado o un raspado, la textura que está volviendo loco a medio mundo, y que nosotros buscábamos, era la de copos de nieve suave, y tras probar demasiados kakigori en Japón, me di cuenta que la calidad y atemperado del hielo y el uso de maquinaria automática japonesa eran la clave", comenta Borja Gracia, fundador y chef responsable de Panda Patisserie.
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