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La Casa de Campo cuenta con unos nuevos inquilinos de auténtica excepción: cinco polluelos de garza real dan estos días sus primeros saltos y revoloteos en el entorno del lago, tras instalarse en el lugar una pareja de estas aves.
Se trata de algo extraordinario: las garzas reales anidan, generalmente, en árboles altos y pantanos. Sin embargo, en esta ocasión han elegido la estructura del géiser ubicado en el lago de la Casa de Campo. Se alimentan de peces, crustáceos y pequeños anfibios. Y son perfectas para la biodiversidad y el control de especies invasoras como la trucha arco iris y el control de roedores.
La llegada de esta pareja de garzas reales coincidió con el confinamiento, cuando el uso recreativo de embarcaciones en el lago estaba en suspenso. Ahora, el el Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid habilitó unas islas flotantes en las que estás aves acuáticas han encontrado un espacio perfecto para usar como posadero y para la cría de sus polluelo. "Si te acercas a conocerlos, no los asustes", apunta el consistorio sobre estos nuevos madrileños. ¡Bienvenidos!
