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Es un clásico del vandalismo de baja intensidad: un coche demasiado sucio en cuya luna o ventanas alguien ha escrito con el dedo la frase "Lávalo, guarro". Pero, ¿y si hay quien decide llevar el concepto de "pintar" sobre un coche sucio un paso (o varios) más allá y crear una obra de arte efímera?
Es lo que propone el conocido como Dirty Car Art, una tendencia que gana cada vez más adeptos y que cuenta con auténticos artistas como el ruso Nikita Golubev, conocido en las redes sociales como ProBoyNick, el talentoso Dino Tomic, que recrea con un nivel de detalle espectacular pinturas tan emblemáticas como 'La última cena' de Leonardo Da Vinci, o o el estadounidense Scott Wade, que ha llevado sus particulares obras a varios eventos multitudinarios.
¿Llegará esta singular forma de arte a Madrid? Para saberlo habrá que esperar... a que el coche se ensucie lo suficiente.