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Los apasionados de las antigüedades y los anticuarios ya saben que el Rastro es un paraíso vintage. Un enjambre de calles en el corazón de Arganzuela (arranca en la parte alta de Lavapiés y desciende hasta la Ronda de Toledo) que esconde las que posiblemente sean las mejores tiendas de muebles antiguos de la ciudad. Lo curioso es que esta vez no hemos tenido que perdernos demasiado para encontrar un lugar increíble que presume de ser la tienda más grande de la zona y en la que, de paso, hemos descubierto la tendencia que todos debemos seguir para abandonar el estilo sueco y renovar la decoración de casa.
Se esconde en Galerías Piquer, una bellísima plaza oculta en un patio de manzana con locales a dos alturas y soportales en la Ribera de Curtidores. Fue levantado en 1950 bajo el nombre de Galerías Isla de Cuba y destaca, primero, por su cuidado diseño arquitectónico.; segundo, por su suelo de guijarros dispuestos en forma de mosaico; y tercero ro, por su cuidada selección de tiendas de antigüedades, donde una brilla por encima de todas las demás: porque es la más grande, la más colorista y con acceso desde dos calles. Es Living Retro by Judith San Quintín (Ribera de Curtidores, 29. Local 34), y su eclecticismo premeditado y muy bien seleccionado, no pasa desapercibido.
Frente al mueble escandinavo, las piezas rústicas y los productos de segunda mano, Judith San Quintín es el referente en las piezas de cristal de Murano (esa isla de Venecia a la que todos deberíamos viajar para disfrutar de sus fachadas de colores y su tradición vidriera). "Somos la tienda que más murano tenemos de todo Madrid" asegura Andrea Bret, una de sus responsables y mano derecha de Judith (la fundadora y pionera que da nombre a la tienda). Con ella recorremos sus dos plantas (una a pie de calle, con doble altura, y otra en el sótano, recién reformada) descubriendo jarrones, piezas escultóricas, lámparas y hasta muebles joya, aparadores increíbles hechos en madera y cristal siguiendo una técnica de engranaje tan precisa como la relojería suiza.
Del mueble de lujo a vajillas más baratas que en Zara Home
"Creo que la mega producción de muebles en cadena nos está cansando. Llegar a casa de tus amigos y ver los mismos muebles ya no nos gusta", nos cuenta Andrea. Es verdad que los muebles y piezas de Judith no son de lo más asequible, aunque siempre puedes encontrar un flexo vintage, un teléfono retro o un cartel de cine antiguo para picar en un día de mercadillo de domingo. "Tal vez puede dar la sensación al entrar en un espacio con piezas visualmente tan impactantes y lujosas que únicamente se pueden adquirir teniendo un poder adquisitivo elevado. Pero nuestro lema es que si tenemos piezas de todas partes, colores, formas, acabados y precios, sucede lo mismo con el cliente final que decide dar el toque a su hogar”. Lo que significa que tienen piezas tan discretas (en tamaño y precio) como un juego de platos. "Una vajilla completa de Zara Home puede salirte por mil euros, y aquí por 800 puedes llevarte una antigua que raramente tendrá nadie más". "Una vajilla completa de Zara Home puede salirte por mil euros, y aquí por 800 puedes llevarte una antigua que raramente tendrá nadie más".
Y es que las pequeñas piezas como centros de mesa, juegos de café, tazas sueltas... brillan entre gigantescas lámparas Sputnik, altísimas palmeras Jansens, increíbles aparadores MidCentury o históricas cómodas Luis XVI. Todavía no ha cumplido los 20 años, pero la tienda Judith San Quintín es ya un referente en el Rastro, y en Madrid, donde su fundadora, una ingeniera de caminos apasionada por las antigüedades y los muebles singulares cuenta con otra tienda en Núñez de Balboa.