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Ninguno de sus responsables acaban de llegar a la noche madrileña. Ni mucho menos. Pero presentan nueva barras para entregarse a sus originales tragos. Edu Gutiérrez ha mudado su refugio de marcada influencia norteamericana al local donde hace años estuvo uno de los más icónicos 'after' de la capital, el Lady Pepa. Y, por su parte, los responsables de La Santoria, rinde homenaje a otro clásico de la ciudad, un cabaret donde todo era fiesta y libertad y que estuvo abierto durante toda la guerra civil y también gran parte de la dictadura franquista.
Satán
Inspirado en coctelería clásica de Madrid de las décadas de los años treinta, cuarenta y cincuenta del pasado siglo, la carta va desbloqueando bloques de contenido (es decir, de cócteles) por horas, a medida que avanza la tarde y entra la noche. Es decir, cuanto más tarde vayas a Satán, más amplia es la oferta a la que puedes acceder. En la última hora de apertura la carta revela a “Satán”, el cóctel de la casa con receta secreta y que solo está disponible los últimos cuarenta y cinco minutos.
Aquí encontrarás tragos clásicos, pero siempre con una referencia o un pequeño giro que los asocia con Madrid, normalmente a través de uno de sus ingredientes, vinculado a una historia o mito de la ciudad. La cristalería en la que se sirve cada uno de ellos está totalmente alineada con el diseño del espacio y se compone de vasos y copas de estilo vintage, labradas o decoradas. Además, Satán Madrid dispone de una carta corta de comida, toda ella vegana, que reúne bocaditos dulces y salados, entre los que se encuentran los míticos sándwiches de pepino al estilo del ya desaparecido Embassy. Nota final: no admiten reservas. (Libreros, 18)
Harvey´s
La entrada ya hace tomar conciencia, con el toldo propio y el espejo de bienvenida al cocktail bar antes de la bajada. Edu ha trasladado estética y espíritu sin dejar el barrio. Tonos dorados, papel traído de Turquía, las mismas cortinas de terciopelo rojo y, al final de los escalones, la barra de madera que serró por la mitad. Ahora el arco de Lady Pepa, con el ladrillo al aire pintado de oro, enmarca el mostrador entre los taburetes y el botellero. A título técnico, las estaciones de coctelería para que los bartenders, vestidos con chalecos que recuerdan a The Warriors, trabajen sin tener que cruzarse.
En pocos bares de Madrid lo mismo suena Paul Anka que Soul Kitchen de X. La música es la gran obsesión de Edu; en realidad, la cultura estadounidense. Y la coctelería, clásica e intensa como a él le gusta, es una parte de ella que le ayuda a expresarse. A falta de nuevas incorporaciones pero con algunos retoques, la carta se ciñe a una veintena de cócteles más platos para acompañar. Las especialidades de la casa son las alitas, los tomates verdes fritos, las hamburguesas o los sándwiches como el Philly cheesesteak. Quedan los cócteles como el Luna Park Nº2 (bourbon, cordial de cerezas, amontillado y bitters) o el más dulce Charly Fifties (licor café, amontillado, lima, espuma de flor de saúco), el reformulado Caña Santa. (San Lorenzo, 5)