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Este año, la festividad de Todos los Santos viene más lúgubre de lo normal, con la sombra de un posible cierre perimetral y la prohibición de la salir de la Comunidad. Un hecho del que se librarán los que ya están 'encerrados' de por vida (o mejor dicho, enterrados por muerte) en los cementerios. Visitarlas será una de las actividades permitidas a pesar de las restricciones por la pandemia en Madrid, y los cementerios de la Comunidad ya lo tienen todo preparado. Como el Sacramental de San Isidro, que vuelve a programar sus 9 días AdEternum, hasta el próximo 3 de noviembre.
Se trata de algo más de una semana de visitas guiadas, con la que se pueden conocer la historia de personajes olvidados, anécdotas históricas y datos curiosos relacionados con el cementerio, sus nichos y panteones. Se realiza una ruta al día (a las 11 horas) y en esta edición la temática gira en torno al 150 aniversario del fallecimiento de los hermanos y artistas Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer para conmemorar el Año Bécquer, una efeméride que ha sido eclipsada por la crisis sanitaria global.
Porque estas rutas que organiza el Sacramental de San Isidro no va de sucesos paranormales, sino de muertos que un día estuvieron muy vivos y merece la pena recordar su historia. La visita dura una hora y media y tiene un coste de 6 euros por persona. Debido a las limitaciones de aforo, es imprescindible hacer una reserva previa (info@cementeriodesanisidro.com).
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