[title]
Se llama Ombú y todo apunta que será uno de los nuevos edificios icónicos de la capital. Una antigua nave industrial junto a la estación de tren de Méndez Álvaro (Ombú, 6), abandonada durante años a pesar de haber sido todo un símbolo de la expansión económica de la ciudad a principios del siglo XX, es ahora un modernísimo inmueble de oficinas. Tan bonito y sostenible que apetece hasta ponerse a trabajar incluso en verano.
El estudio de arquitectura del prestigioso Norman Foster, junto con el de Ortiz Léon, es el responsable de su rehabilitación casi integral y del lavado de cara no solo del complejo (que ahora ocupa una extensión de 10.000 metros cuadrados) si no de esta zona del sur de ciudad.
A la histórica nave principal, levantada en 1903 por el mismo arquitecto que dirigió los diseños del Hotel Ritz, Luis de Landecho Jordán, se suman dos edificios anexos integrados en un entorno de 2.400 metros cuadrados de zonas verdes que se comunican directamente con la Estación Sur de Autobuses y la Estación de Cercanías de Méndez Álvaro.
El inmueble se ha transformado así en un gran complejo de oficias (que será gestionado por Acciona) y que ha sido recuperado bajo criterios de sostenibilidad: en su interior cuenta con una estructura de madera procedente de bosques locales y gestionados de manera sostenible; placas solares y un tragaluz central que permite ahorrar en consumo energético; se han utilizado 10.000 toneladas de ladrillos originales para recuperar la fachada exterior; se han plantado más de 350 árboles y 28.000 plantas de diferentes especies endémicas y con pocas necesidades de riego.
El resultado es un edificio muy comprometido con el medio ambiente que cumple con los estándares de 'Edificio de Consumo Casi Nulo' de la Comisión Europea y está precertificado 'LEED Platinum', además de estar equipado para la obtención del estándar de bienestar 'WELL nivel oro' y registrado para obtener el certificado 'Net Zero Energy' otorgado por el International Living Future Institute de Estados Unidos.