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Tras ser toda una referencia para tapear bien junto a la plaza de Cibeles (Alcalá 55), los responsables de Bareto acaba de levantar el telón de su segundo local (Atocha 120) en Madrid. Y promete ser también un imán tanto para madrileños como turistas recién llegados a la estación de Atocha. Dos pisos, una barra de mármol y una carta con todos los platos famosos de las tabernas madrileñas para triunfar.
Más allá de El Brillante: el nuevo bocata de calamares en Atocha
El proyecto de Nacho Horcajada y los hermanos Kike y Curro Sánchez del Amo vuelve a instalarse en una ubicación privilegiada de la capital, en pleno Triángulo del Arte, para ofrecer una propuesta tan asequible como reconocible y disfrutona. Su oferta va del bocata de calamares (ellos lo llaman montado de chipirones), las bravas, gildas o unos torreznos a platos más contundentes como un entrecot, unos callos, un filete de ternera empanado y hasta un pollo asado. Y todo te lo encuentras de frente nada más salir por la boca principal de metro de la parada Estación del Arte.
Todo regado con cañas bien tiradas (y vinos de bodegas muy reconocidas). Porque su ideario es el de una cervecería de las de toda la vida, donde todo el mundo es bienvenido, todo reunirse alrededor de una barra a cualquier hora porque tienen horario ininterrumpido. Su comedor funciona con reservas (excepto la terraza). Ese será uno de sus grandes atractivos. ¡Una terraza para más de 50 personas en plena plaza del Emperador Carlos V!
¿Cuáles son las novedades del nuevo Bareto?
Sí, también estrenan algunas cosas en carta. Los denominados Cristalinos, unos montaditos en pan de cristal de bacon con queso, lomo con pimiento frito u oreja a la plancha con salsa brava. Pero no os perdáis sus flamenquines, uno de los bestseller de la casa.