[title]
Un año más Madrid se convierte durante la temporada estival en una 'isla de calor', un fenómeno que se produce en las grandes ciudades y que registra temperaturas asfixiantes en las zonas urbanas con una gran diferencia respecto a las registradas en otras zonas de la periferia y en las áreas rurales. Este año la Comunidad ha registrado su tercera ola de calor con temperaturas que han rozado los 40º, y un estudio evidencia que la presencia de vegetación ayuda a paliar los efectos del calor.
Según 'Urban Heat Snapshot', la consultora global de desarrollo sostenible Arup, Madrid ocupa el primer puesto del ranking de las 'islas de calor'. Es el resultado de un estudio que ha analizado una superficie de 150 kilómetros cuadrados de la ciudad, centrándose en el día más caluroso que experimentó Madrid durante el año 2022. El estudio desvela además que la plaza del Rastrillo, en Malasaña, es el punto 'más caliente' de la ciudad, con una diferencia de 8,5 °C frente al norte de Casa de Campo.
Respecto a otras regiones del mundo, el estudio revela que Madrid es la ciudad con mayor diferencia térmica entre el centro urbano y sus alrededores, y se sitúa por delante de El Cairo (Egipto), Londres (Reino Unido), Los Ángeles (EE. UU.), Bombay (India) y Nueva York (EE. UU.).
Refugios contra el calor
Este año varios espacios de la ciudad se han convertido en refugios climáticos donde resguardarse de las altas temperaturas. La iniciativa municipal 'Refúgiate en la cultura' reúne propuestas de sitios como el Museo del Prado, la Galería de las Colecciones Reales, el Thyssen-Bornemisza o diversas salas de cine que ofrece espectáculos, descuentos y actividades especiales en las franjas horarias de 15 a 17 h. También el Círculo de Bellas Artes ha transformado una de sus salas en un oasis con plantas naturales y un amplio programa de actividades.