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El Real Madrid, a Cibeles. Y el Atlético de Madrid, a Neptuno. No hace falta ser un forofo del fútbol para saber que las aficiones de los dos principales equipos de la capital tienen bien claro cuál es su punto de encuentro a la hora de celebrar un título. Y sin embargo, no siempre fue así.
Corría el año 1962. El Atlético de Madrid se impuso por 3 a 0 a la Fiorentina italiana y sus hinchas estallaron en júbilo. Por aquel entonces, los aficionados al club rojiblanco ya eran conocidos como "colchoneros", debido a la semejanza de las rayas rojas y blancas con la tela que se utilizaba antiguamente para cubrir los colchones. Varios centenares de ellos se concentraron de manera espontánea en la plaza de Cibeles para celebrar la victoria. Pronto, los seguidores del Real Madrid tomaron como propia esta costumbre. Y ya nada volvió a ser lo mismo.
Los que ya cuentan unos años recordarán, quizá, que durante unos años Cibeles acogió los títulos de ambos equipos. Durante los años 70 y 80, ambas aficiones se turnaban los favores de la diosa. Pero con la llegada de los 80 y la recordada Quinta del Buitre, que consiguió cinco títulos de liga seguidos, los merengues terminaron de apropiarse la estatua. Fue entonces cuando los rojiblancos decidieron trasladar sus celebraciones a la fuente de Neptuno, situada a pocos metros de Cibeles, en una tradición que se mantiene hasta el día de hoy.