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Pocos comercios centenarios quedan en pie en la ciudad, y uno de los más singulares, por ser una tienda única en su oficio, está a punto de echar el cierre. Se trata de un negocio familiar que lleva abierto 131 años en la castiza calle Toledo, a un paso del a plaza Mayor y a solo unos metros de la Puerta del Sol, haciendo solo una cosa: velas artesanales. Un oficio tan singular que se trata de la última cerería de Madrid, la única tienda de la ciudad especializada en fabricar velas hechas a mano. Y solo unos días pasará a la historia.
“Tras muchos meses de deliberación y con mucho dolor de corazón, siento comunicarles que ha llegado el momento de decir adiós”. Lo ha dicho su actual directora Silvia Milena hace solo unos días a través de las redes sociales de Cerería Ortega (Toledo, 43), ese comercio que, como ellos mismos dicen, lleva 131 años iluminando Madrid.
Todo comenzó con el abuelo de su marido, Victoriano Ortega, se hizo cargo de un pequeño y modesto negocio de la calle Toledo en 1893. Cuatro generaciones después, fue Silvia quien se puso a los mandos de un negocio que, a pesar del auge de lo hecho a mano y de su afán por relanzar el negocio con nuevos productos más allá de los cirios y las velas para iglesias (uno de sus principales clientes, hasta que decidieron cambiar las velas de cera por las eléctricas), al parecer no ha conseguido que le salgan las cuentas. Y es por eso que se ve obligada a decir adiós.
Cuándo cierra la última cerería que queda abierta en Madrid
La fecha prevista para bajar la persiana definitivamente es el próximo 31 de diciembre. Pero antes de que eso suceda, hay tiempo para liquidar stock y llevarse a casa una vela única, hecha como las de antes, en esta fábrica de la calle Toledo. Desde un muñeco de jengibre para colgar en el árbol a una vela perfumada para aromatizar la última cena de Navidad.