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Con seis locales repartidos por toda la ciudad, el pastelero Alejandro Montes (Mejor Pastelero Joven de España en 2006, Mejor Chocolatero de España 2007) se ha visto obligado a cerrar Mamá Framboise para siempre. Su empresa, un híbrido de pastelería-panadería-café que arrancó en la ahora muy codiciada zona de Las Salesas (Fernando VI, 23), quizás sea la más dulce víctima en el sector hostelero que se ha cobrado la pandemia hasta la fecha. "Han sido diez años de una gran dureza, con muchísimos momentos buenos y de muchísima alegría, y también hemos tenido momentos malos, situaciones complicadas y barreras que superar, pero siempre siendo fieles a nuestra marca y a lo que buscábamos conseguir para ofrecer a todos vosotros", han escrito en su cuenta de Facebook.
Con una oferta cada vez más amplia, con vitrinas donde cabían por igual las propuetas dulces y saladas, Mamá Framboise fue ampliando su radio de acción, sus clientes. Llegó incluso a tener un puesto en el mercado de San Antón y otro espacio en el popular centro comercial Moda Shopping. Pero tantos meses de confinamiento han podido con esta década donde la creatividad y la calidad han sido señas de identidad de la marca. Su comunicado oficial se cierra así: "Esperamos que Mamá Framboise quede en un rinconcito de vuestra memoria para siempre, que esos momentos que vivimos juntos permanezcan en su mente y los recordéis de vez en cuando con una sonrisa. Y, por supuesto, estamos muy orgullosos de tener nuestro pequeño huequecito en la historia de la gastronomía reciente madrileña y española".