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Tras ofrecer un menú a base de ostras francesas y valencianas (con recetas innovadoras y curiosas) y convertirlo en un éxito entre los aficionados al bivalvo, el restaurante con una de las vistas más privilegiadas del Palacio Real (apuntad la referencia si tenéis que organizar un tour turístico para las visitas esta Semana Santa) a la hora de sentarse a comer propone viajar hasta el legendario Titanic haciendo un nuevo guiño marinero desde su ADN. Pero esta vez con final feliz. Que estamos en tierra firme, en pleno Madrid de los Austrias y no en mitad del océano.
La elegancia de aquel legendario transatlántico británico llega, únicamente por una noche, a las mesas de La lonja del mar (Plaza de Oriente, 6), un privilegiado y emblemático local que se divide en tres espacios -taberna, restaurante y barra- y tres cartas diferentes; eso sí, en todas obviamente los protagonistas son los pescados del día y el buen marisco. Con estos mimbres, el próximo 13 de abril traen al presente aquella última y fatídica cena que se sirvió el 14 de abril de 1912 y que fue creada por el célebre Auguste Escoffier y el jefe de cocina Henry Tingle Wilde. Quizás no haya una banda tocando en directo pero el trabajo del chef Fernando Negri promete una velada única. Solo habrá 60 plazas disponibles.
Habrá mar en el menú (110 euros) pero sobre todo mucho toque afrancesado. No será una réplica exacta sino una versión, refinada pero mucho más asequible, traída al 2024. Se servirá consomé, huevos con espárragos, pollo Meryland y hasta chuletitas de cordero. Y el postre, un hojaldre con fresas y merengue de manzana, pretende unir en una sola pieza la trilogía dulce que se preparó hace más de un siglo. Una travesía con aforo muy limitado. Llamad para reservar mesa si os pica la curiosidad.