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Si estás paseando por los alrededores del Palacio Real, por el Madrid de los Austrias, quizás te pase desapercibido el lugar pero no debería. Atravesada la puerta metálica que se abre a la famosa calle de la Bola, accedes a un oasis en pleno centro de la capital. Es el jardín de un palacio isabelino, del hotel Palacio de los Duques. Y estos días estrena nuevo restaurante, una propuesta que arranca en lo castizo (torreznos, gilda, ensaladilla y buñuelos de bacalao) para distribuirse por tres espacios distintos, donde quizás la terraza al aire libre sea al favorito para estas tardes/noches de verano.
El recetario tradicional, con ese punto de sofisticación inherente a un hotel de 5 estrellas, continúa más allá de los entrantes para compartir. Hay en carta una atractiva sección casquera (para los turistas neófitos o para los buenos aficionados). De la cocina del chef Manuel Arenilla sale un milhojas de oreja de cerdo crujiente y salsa brava, unas mollejas de cordero empanadas e incluso un plato de callos, patas y morro.
Para los que el verano les pide pescado pescado pescado, hay grandes representantes de lonja... un rodaballo (asado), una lubina (salvaje) o una gamba roja (a la plancha). Podéis reservar mesa en este teléfono (91 541 67 00), pero, eh, el restaurante no abre todos los días al menos durante julio. Este es su horario: miércoles (20:00h – 00:00h), de jueves a sábado (13:00h a 16:00h y 20:00h – 00:00h) y los domingos (13:00h – 16:00h).
El restaurante no es un único comedor, son tres. Esas mesas repartidas bajo los parasoles alrededor de una fuente histórica quizás sean lo más llamativo pero, cuando el calor aprieta durante el mediodía, tal vez resulta más apetecible el ligero aire acondicionado de la sala principal (situada en la planta baja) o el antiguo espacio de las caballerizas del palacio convertido ahora en un espacio para selectos grupos -de hasta un máximo de 22 personas con un menú especial-.