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Los que entran por los que salen. Si "lloraste" el cierre de Mamá Framboise, ahora puedes con endulzar las penas en la nueva boulangerie que acaba de abrir sus puertas en Madrid. Precedida por el reconocimiento en su país natal, Francia, y tras abrir locales en Nueva York, Tokio o Ciudad de México, llega a la capital el sello de calidad de Maison Kayser, una casa con casi 25 años de trayectoria y 200 panaderías en todo el mundo. El milagro de la levadura, la harina, el agua y la sal en manos del savoir faire galo.
Situado en el barrio de Salamanca (Velázquez, 126), su interiorismo de bistró parisino recibe estos días a los primeros clientes atraídos por el olor de su obrador propio. Su especialidad, el pilar de la empresa, es el pan (Eric Kayser es uno de sus máximos embajadores a nivel internacional y el inventor de la Fermentolevain, una máquina que permite crear y conservar la masa madre a una temperatura ideal y lista para su uso) pero esperad a probar sus cookies de chocolate negro y nueces pecanas, sus croissants o su pain aux raisins.
Como bisnieto de una familia de panaderos, el sabor original, la tradición artesana (obviamente puesta al día) está más que asegurada en sus estanterías y vitrinas. La excelencia, el producto natural y fresco alcanza por igual a sus propuestas dulces como a su impecable sección salada. Porque puedes ir a desayunar pero también puedes hacerte con un plato o un espléndido bocadillo take away al más puro estilo de las boulangeries parisinas.