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Hace tres años que los madrileños no tenían que pulsar ese gran botón verde para salir del metro. Debido a la pandemia, una de las primeras medidas que se tomaron, junto al uso obligatorio mascarilla y el gel hidroalcohólico, fue la apertura automática de las puertas de los vagones del transporte público, para evitar el contacto con superficies.
Una medida muy cómoda que está desapareciendo poco a poco. Tras el fin de la pandemia, la empresa de transportes está acabando con la apertura automática de las puertas. La compañía justifica este retorno a las antiguas medidas desde el punto de vista climático, con el objetivo de mantener temperaturas constantes en los vagones, y no sufrir cambios repentinos en cada parada.
Aun así, varios viajeros se han quejado de la falta de un comunicado oficial por parte de Metro Madrid, que está realizando de forma paulatina este cambio sin dar ningún tipo de aviso previo.