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Aún no está abierto al público (Mar de Kara, 5) pero próximamente podrá visitarse dentro de los itinerarios culturales, como el programa Madrid Otra Mirada, que organiza periódicamente el Ayuntamiento de la capital. Se clausuró a finales de los años 70, cuando ya solo se utilizaba para lavar las piezas de ropa más grandes (cortinas o mantas), pero se conserva en perfecto estado.
El espacio se inauguró en 1931, durante la II República, y representaba el esfuerzo del pueblo de Hortaleza pues se financió con donaciones de los propios vecinos. Era un ejemplo de modernidad para la época porque sus instalaciones contaban con agua corriente, estufa para calentar el agua y diferentes pilas para lavar y aclarar. La tarifa inicial fue de 0.35 pesetas por persona y día. Un precio excesivo para la economía de las humildes familias. Así que, tras varias protestas, se cambió el sistema para pagar por horas; los nuevos precios eran 0,10 pesetas una hora y 0,20 pesetas, por dos.
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