[title]
Ya podéis ir despidiéndoos de vuestro look capilar de confinamiento porque desde el 4 de mayo peluquerías y salones de estilistas ya tienen permiso para abrir sus puertas, siempre que lo hagan respetando la obligatoriedad de atender solo con cita previa, entre otras medidas, mientras dure la fase 0.
La complejidad para hacerse con el material necesario que garantice la protección de cada cliente o la dificultad para atender solo un cliente por turno manteniendo la imprescindible distancia de seguridad de dos metros de separación, ha llevado algunas a esperar al próximo lunes (cuando el aforo permitido en peluquería ascenderá al 30%), pero son muchas las que ya han abierto de nuevo adaptándose a la nueva situación. Te contamos cómo está siendo la vuelta y cuáles son los protocolos y las medidas de seguridad que están adoptando.
Solo con cita previa. Así lo dice el plan de desescalada del Gobierno y así está siendo en las peluquerías con las que hemos podido hablar. Si os corre prisa, más vale que vayáis reservando, porque algunas ya tienen una lista de espera de más de dos semanas. Los más previsores ya han cogido cita para el mes de junio.
Olvídate de las revistas. Ni de moda, interiorismo, recetas o corazón. Esa sana costumbre de sentarse en el tocador a ojear una revista mientras uno espera a que le suba el color, hay que ir dejándola a un lado. Por el momento, están prohibidas las revistas y todo aquello que pueda pasar de un cliente a otro sin que pueda ser debidamente desinfectado.
Ni café, vino o cerveza. El apetecible servicio de bar que muchos salones ofrecen a sus clientes, va a permanecer en 'stand by' por el momento, y muchas nos han confirmado que solo van a poder ofrecer agua mineral embotellada hasta nuevo aviso.
Toallas y batas desechables. Aunque algunas peluquerías van a poder disponer de batas y toallas precintadas para uso individual, la mayoría está optando por material de usar y tirar (lo que está convirtiendo a estas prendas en el nuevo reto del papel higiénico). Las que prefieren seguir usando las prendas habituales, deberán tomar medidas higiénicas extremas, como lavarlas con agua a más de 60 grados después de cada uso, algo que ya se está haciendo en Colado Hair Sculpture.
Uso de mascarillas y guantes. Todas las peluquerías tienen (y deberán tener) guantes y mascarillas para dar a sus clientes, aunque cada usuario deberá llevar los suyos propios como medida preventiva. Algunos estilistas, por su parte, nos confirman que van a utilizar pantallas protectoras para la cara y hasta mamparas de separación en el lavacabezas, como nos ha confirmado el fundador de Corta Cabeza, Luciano Cañete, que abrirá sus centros el próximo jueves 7 de mayo.
Nada de sala de espera. Mientras funcione el servicio de cita previa, las peluquerías y salones de estilistas no podrán tener a ninguna persona esperando a ser atendida, por lo que el aforo se reduce a una persona por estilista. A algunas no les pilla de sorpresa la medida porque es una medida clave dentro del concepto más actual de peluquería. Es así en Salón 44 y su propietario, Xavi García, hace mucho que dejó de plantearse "una sala de espera con overbooking".
De hecho, este salón es uno de los mejores ejemplos que confirman la tendencia hacia la que van las peluquerías hoy en día, más allá de las medidas que todas deben adoptar por la pandemia: tanto en tiempos de espera ("al principio la gente no entendía que fuéramos tan estrictos con no atender a los clientes que se retrasaban"), como en atención al cliente, cuidado en los detalles y las medidas de higiene constantes. Quizá por eso es de los que piensan que "muchos de estos protocolos para mí tendrían que ser obligatorios". Puede que, sin darnos cuente, estemos asistiendo al fin de las peluquerías, tal y como las conocíamos hasta ahora.