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La expresión paisajística más icónica de Japón, el jardín zen, que imita simbólicamente la naturaleza y se presenta como un espacio de contemplación, tiene un lugar privilegiado en el Real Jardín Botánico. La instalación, comisariada por la directora de Cultura y Exposiciones de Casa Asia, Menene Gras Balaguer, es una obra única del arquitecto nipón Hiroya Tanaka se podrá ver hasta el 7 de septiembre en el
Para este particular y precioso jardín seco se han utilizado alrededor de setenta toneladas de ceniza de la lava del volcán de Cumbre Vieja de La Palma, reemplazando cualquier otro material artificial como la gravilla blanca u otras similares a las que se utilizan para muchos jardines similares.
La selección de piedras de gran formato se colocan articulando una constelación, que replica las siete islas del archipiélago de las Canarias, La Palma, El Hierro, La Gomera, Tenerife, Gran Canarias, Lanzarote y Fuerteventura, aunque el orden que sigue en la disposición responde a los criterios de organización del espacio del jardín y su ocupación, para respetar los campos de visión y perspectiva que son propios de un jardín japonés.