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Ha abierto sus puertas en pleno verano, cuando la capital anda a medio gas. De experiencia anda sobrado Alberto Chicote (lleva más de tres décadas en el oficio) pero nunca sobra rodaje para engrasar y coordinar el baile de todos los equipos. Porque la apuesta es mayúscula. Y el foco mediático (para una estrella televisiva como él) es más que evidente. Omeraki, el proyecto que el chef comparte con su mujer, Inmaculada Núñez, espera comensales. Las reservas ya están abiertas para este nuevo y cosmopolita inquilino en la zona de Goya (Duque de Sesto, 27). Será, sin duda, una de las aperturas más visitas a la vuelta de las vacaciones (la cuenta de IG del restaurante suma ya casi 20.000 seguidores).
Tras dejar la supervisión ejecutiva de los locales de Yakitoro, Chicote fue deshojando la margarita a través de sus redes sociales, soltando pistas que acaba de materializarse en un comedor amplísimo, diáfano donde sirven dos menús degustación: el menú Festival, que tiene un precio de 78 €, y el menú Homenaje, a 96 €. Por el camino nigiris, un sudado de rodaballo al estilo peruano, una almeja servida en fruta de la pasión, un tortelloni de ternera, en pasta de espinacas, jugo de su cocción y pesto de sisho, un chili crab al estilo de Singapur...
Una gran biblioteca, con cerca de 1000 volúmenes de la colección personal del cocinero madrileño, da la bienvenida a una propuesta de sabores asiáticos, producto nacional de primer nivel y técnicas contemporáneas, a un ambiente que gira en torno a sus dos cocinas a la vista para que el comensal pueda ver el teatro y la transparencia del trabajo sentado cómodamente en butaca preferente. El príncipe de la fusión en Madrid arranca una nueva etapa profesional con un interiorismo imponente y una cocina libre, desprejuiciada.
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