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Un espacio claroscuro hecho al gusto de su entregado propietario, un aficionado al queso (luego un loco de bacterias, mohos y levaduras) que pasó un par de años formándose y visitando decenas de queserías y cuevas en mitad de la montaña para llegar a este local semiescondido entre una hilera de casas pegadas a Madrid Río.
Hace apenas una semana que levantó la persiana de su volantazo vital (su larga experiencia profesional nada tenía que ver con lo lácteo) pero aquí vais a encontrar a partir de ahora a David Hermoso... bien cortando al otro lado del mostrador una gran pieza de parmesano o una rareza manchega o quizás ande metido en la espectacular cava recogiendo los quesos elegidos por el cliente.
Pastas prensadas o blandas, corteza enmohecida o lavada, leche cruda o pasteurizada... piezas nacionales (de Galicia, Asturias, Madrid, Toledo...) pero también referencias internacionales de todo pelaje (del clásico Comté al mejor Gouda). Faltaba una tienda para buenos aficionados al queso ya no solo en el barrio sino en el distrito de Arganzuela. Y ya la tenemos. Los fanáticos empiezan a repetir y a hacerse eco con un boca oreja que irá creciendo. Bendito Leone (Paseo de la Chopera, 19). Acercaos, preguntad y dejaos asesorar. Abre casi a diario; aún está por concretar el horario pero, salvo los lunes, vais a tener las puertas abiertas incluso el sábado por la tarde y el domingo por la mañana.
Pero no todo es queso en esta más que apetecible y recomendable apertura a orillas del Manzanares, un paso si vais de visita a Matadero Madrid. Sus estanterías sirven para armarte un pack completo y resultón (sea para hacer un picnic cerca los días soleados de otoño o para llevar bajo el brazo a cualquier casa a la que vayáis de invitados).
Te puedes comprar un vino (todos elegidos para armonizar con el queso sin -apenas- madera o crianza), unas regañás o unos grissini, una mermelada y alguna que otro lata fina y de receta original (como la de caballa con curry y chile). ¿Queréis más? Pues vuelta al lácteo... también tiene kéfir, yogures, mantequillas... Y el proyecto aún está arrancando. La oferta, en fondo y forma, irá creciendo en los próximos meses atendiendo a las sugerencias y nivel de curiosidad de los clientes.