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No es el segundo ni el décimosexto restaurante monotemático en Madrid, ni siquiera el primero que lo fía todo al éxito de un plato único como ocurre con el todopoderoso entrecot del Café de Paris pero apuestan todo -y les ha ido muy muy bien- a una salsa. Una salsa obviamente secreta. Un fondo para varios platos que apareció por primera vez en un restaurante de Oriente Próximo y que acaba de pasar con nota la prueba de desembarcar en una megalópolis como Londres. Son ya 16 locales repartidos en cinco países los que atesora Eddy Massaad, su fundador.
La salsa Swiss Butter acompaña igual a una pieza de salmón que a un filete de ternera (o quizás un rib eye) o una pechuga de pollo. No hay más. Bueno, para rematar este recién llegado plato combinado la proteína animal se viste con una ensalada, unas patatas (fritas o asadas) y unos copos de chile para quien busque aderezarlo (al gusto) con un toque picante. Ah, y algo de pan para rebañar lo que quede de salsa.
Sus responsables han decidido que el salto a la Europa continental pase por Madrid. La capital se convierte así en la primera parada para su expansión a otros países cercanos. Y ha sido Chamberí el barrio escogido por Massaad y su equipo. Se trata de un local amplio y muy luminoso al final de la calle Zurbano, a un paso de Nuevos Ministerios.
La cocina vista está a punto de ponerse en marcha porque las puertas de este nuevo desembarco internacional en Madrid se abrirán a lo largo de agosto. Servirá el verano como tiempo de rodaje para la marca, para este plato estrella que busca por igual al curioso público local y a los turistas. Pero que no teman los golosos. No os vais a quedar sin postre (ni café). Al contrario. Si la famosísima salsa es lo que vertebra todo, nadie se va sin hincarle la cuchara a su volcán de chocolate o su espectacular torrija.
