[title]
Los responsables de La Santoría, uno de los escondites nocturnos más queridos del barrio de Las Letras, acaban de abrir un camino aterciopelado y secreto para llevarnos de viaje al infierno. Su nuevo bar está tomado por el color rojo, los ángeles caídos y los cócteles inspirados en el Madrid de los años 30, 40 y 50. De nuevo han diseñado un clandestino -no vais a encontrar ni un neón en la puerta de entrada- de espíritu festivo y abierto que levanta el telón cada semana de miércoles a domingo (de las 19.00 a las 01:00 horas).
Cabaret Satán trae al presente otro local que triunfó entre los artistas de variedades del Madrid republicano a golpe de fiestas "infernales". Aquel lugar, habitual de Pablo Neruda en su etapa capitalina, lo abrió un pintor cubano cerca de lo que hoy es el Cine Doré. El que iremos ahora, una noche cualquiera, lo regentan unos argentinos a orillas de Malasaña (Libreros, 18), muy muy cerca de Gran Vía y la plaza de Callao. Ideal para escapar fácil y rápido del bullicio, para arrancar el tardeo y sorprender a tus amigos.
Hay una carta de picoteo (boniato asado, gildas, sándwiches... y un par de postres) para acompañar la sección líquida, protagonista principal del local, reflejos de coctelería clásica con producto local en constante transformación. La dinámica es la siguiente. En una misma noche, como quien va pasando pantallas de un videojuego, vas desbloqueando opciones alcohólicas hasta llegar a "La Última" (se prepara únicamente a partir de la medianoche).
Antes, ya una vez absorbido por una singular escenografía de luces tenues, grandes cortinajes y lámparas barroces, habrás pasado por los tragos que componen sus 'Aperitivos satánicos' (Spritz, Blood & Sand, Cynar Julep...) y sus 'Destilados del infierno' (desde las 21.00 horas). Si esta es la puerta al infierno, queremos entrar.