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Si te gustan los cócteles y los lugares clandestinos, ya tienes un nuevo espacio donde relajarte entre buena música pinchada en vinilo. Para entrar tendrás que acercarte a la nueva pizzería que acaba de levantar sus puertas en un espacio "dirty chic" en las calles de Malasaña. Y preguntar a los camareros. Solo ellos tienen, por ahora, la contraseña de acceso. Y abren de miércoles a domingo (20.00 a 2.00 horas).
El barrio no para de acoger nuevas e interesantes aperturas y Sakro (Espíritu Santo, 15) es la última novedad en llegar con todo un despliegue de masas crujientes y a la vez esponjosas propias del estilo romano, nada que ver con las pizzas napolitanas que son mayoritarias en la ciudad. Más de una docena de opciones diferentes elaboradas con ingredientes 100% italianos, comprados a pequeños y medianos productores del país, dominan la carta.
Y esa rigurosa labor de selección que hace Javier Blassiotto, uno de los responsables del local, se nota. Un cuidado que también alcanza a las masas que duermen entre 48 y 72 horas y llevan un 80% de hidratación para lograr una pizza extremadamente ligera. Aquí se viene a lo que se viene pero para abrir boca tienen varios antipasti y focaccias mientras que para terminar, cómo no, ofrece un tiramisú casero que es ineludible.
Bajo este atractivo y bien iluminado espacio, que también cuenta con una llamativa barra circular para ir a tomarse un vino transalpino, se esconde otro rincón que dará que hablar, La Analógica. Un speakeasy con barra de coctelería de autor para dejarse llevar entre los tragos y los surcos de sus vinilos.