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Nada que os diga en estas líneas podrá atemperar los nervios que sentís. En vuestra cabeza ya oís cómo vibran las espadas láser. El jueves 19 de diciembre se estrena 'El ascenso de Skywalker', el esperadísimo 'Episodio IX' de J.J. Abrams, épico final de la saga 'Star Wars', que empezó hace ya 40 años. Yo ya la he visto y os puedo decir que solté lágrima en más de una escena. Os lo cuento a continuación, casi sin spoilers (aunque, si queréis que la sorpresa sea total, leedlo después de verla). Ahora y siempre, aquí y en cualquier estrella de la galaxia, que la fuerza os acompañe.
1. La vulnerabilidad del mal. "Puedo ver las grietas en tu máscara. Sé que te sientes torturado por lo que le hiciste a tu padre". Eso le dice Rey a Keylo Ren la primera vez que se encuentran en la película, empuñando el arma Jedi. La Fuerza le permite ver lo invisible, mirar más allá de la coraza negra, y de una careta surcada por fisuras de un rojo que palpita, hacia ese rincón del alma donde el ambicioso nieto de Darth Vader es Ben, el hijo de Han Solo, cuyo corazón llora en silencio.
2. Los espectros. Han pasado cuatro años desde que J.J. Abrams estrenó 'El despertar de la fuerza', la primera parte de la última trilogía de la mitología 'warsie', donde recuperaba el célebre casting original, formado por Harrison Ford, Mark Hamill y Carrie Fisher. Entonces nos pareció un tributo para los nostálgicos. Ahora los vemos como héroes de otro tiempo convertidos en fantasmas shakespearinaos, cuyas voces profundas y reposadas acompañan a los guerreros en el campo de batalla. Aprovecho para decir, también, que la aparición de Lando Calrissian en esta última parte me parece muy grande.
3. Las ruinas del pasado. Con la ayuda de Leia Organa, Rey consigue descifrar un código secreto que dejó manuscrito el maestro Luke. Se embarcará en una misión hacia el desierto de Pasaana, donde se celebra la Fiesta de los Ancestros, que tiene lugar una vez cada 42 años. Será la primera parada de un viaje en el que habrá arenas movedizas, una daga jeroglífica y una escena increíble sobre las ruinas de la Estrella de la Muerte, que aparecerán en el mar como el esqueleto del Leviatán.
4. El momento del sacrificio. "Quiero ver por última vez a mis amigos", dirá C3PO en uno de los momentos más emotivos de la película. La idea del sacrificio se repite una y otra vez en 'El ascenso de Skywalker'. Empezando por la Princesa Leia, madre sufrida, que en el instante decisivo se aparecerá a su hijo durante el combate. Continuando por Rey, que se entregará a una serpiente monstruosa para sanarle una herida sangrante. Y llegando hasta un final apoteósico del que no os quiero dar detalles.
5. El osario de los Siths. Lo más terrorífico de la película es la presencia constante de Sheev Palpatine, que levita encapuchado con su hábito negro, con sus dedos de ceniza y su rostro de cadáver descompuesto, en el vestíbulo de una gruta abismal, en la que operan las fuerzas más temibles del Lado Oscuro, y que es como un inmenso osario de cráneos antiguos, donde los Siths esperan la llegada de un nuevo emperador que se siente en el trono y los haga renacer.
