[title]
Las luces, los mercadillos, los anuncios de juguetes… la Navidad ya está en Madrid. Si eres de aquí y no has hecho algunas de estas cosas típicas de Navidad... te estás perdiendo algo. ¡Saca a relucir tu espíritu navideño!
1. Acercarte al mercado de la Plaza Mayor y comprarte una peluca ridícula.
En Navidad sabes que estás cerca de la Plaza Mayor cuando empiezas a ver a la gente con el pelo de colorines y sombreros navideños (a cual más original y llamativo) que lucen sin un ápice de vergüenza. Y es ahí donde se celebra uno de los mercados más grandes, bonitos y tradicionales de Navidad. Como siempre, además de los adornos clásicos de estas fiestas, también encontrarás las pelucas más estrafalarias y esos artículos de broma que nunca pasan de moda. Imprescindible ir con ella puesta hasta casa.
2. Congelarte en el Naviluz o viendo las luces de la Gran Vía.
La Navidad es el momento más mágico del año para los más pequeños de la casa, y pocas cosas les hacen tanta ilusión como ver las luces de Navidad, preferiblemente desde el autobús que recorre las principales calles de la ciudad, Naviluz. Si te quedaras sin entradas, nada de preocuparse: siempre puedes pasear por el centro de la ciudad, bufanda, gorro y guantes mediante y ver las luces más bonitas, pasar por las azoteas con mejores vistas o apuntarse a uno de los planes que ofrecen los hoteles más emblemáticos de la ciudad.
3. Cantar la canción de Cortylandia.
Si otros años te has dejado caer por la Plaza de Celenque, seguro que te ha sido imposible no toparte con Cortylandia y todo el gentío que se reúne alrededor. Y es que, acudir a su encuentro es una de las tradiciones de Madrid en estas fechas, un clásico para varias generaciones de niños madrileños. Acércate y deja que se te pegue su inolvidable canción: "Cortylandia, Cortylandia, vamos todos a cantar..." ¿A que ahora ya no te la puedes quitar de la cabeza?
4. Correr la San Silvestre.
Ya seas deportista de élite o aficionado, o si simplemente quieres disfrutar de la carrera más madrileña y hacerla (o intentarlo) al menos una vez en la vida, este puede ser tu año. La San Silvestre Vallecana tiene un circuito de 10 kilómetros sobre el asfalto y ofrece además una opción virtual. El recorrido parte de las inmediaciones del Estadio Santiago Bernabéu y finaliza en el estadio de Vallecas. Suele transcurrir por calles como la de Serrano o el Paseo del Prado, y plazas emblemáticas como la de la Puerta de Alcalá, Cibeles o Neptuno. Todas las localizaciones están engalanadas con las luces navideñas.
5. Hacer cola en Doña Manolita para comprar lotería.
Comprar lotería de Navidad y compartir décimos con familias y amigos es una de esas cosas típicas de Navidad, tanto como ya lo son las interminables colas para comprar los décimos en una de las administraciones más famosas de Madrid: Doña Manolita. Pero son muchos años de experiencia y están tan bien organizados que encontrarás la cola por tramos y con personal que va regulando el flujo de madrileños y visitantes que aguantan el frío para hacerse con unos décimos. ¡Que tengas suerte y a por el Gordo!
6. Ir a la cabalgata con paraguas y escalera.
De las cosas típicas de Navidad y familiares que no fallan, y que en los últimos tiempos cuenta con dos accesorios fundamentales: una escalera para que los niños puedan ver bien a Sus Majestades y un paraguas para cuando llegue la lluvia de caramelos. Eso sí, ese será el momento de bajarse de la escalera y coger todos los que puedas. Con calma, que hay para todos. Y como viene siendo habitual, no hay cabalgata que no acabe saltando a la redes. Que si los trajes, que si el rey Gaspar... ¿Qué será este año?
7. Comerte un chocolate con churros en San Ginés.
Es muy típico hacerlo tras una larga noche de fiesta, pero en realidad, cualquier momento es bueno para degustar una de las especialidades más deliciosas de la ciudad. La chocolatería San Ginés lleva desde 1894 deleitando a los madrileños con su exquisito chocolate con churros, ya sea para los que llegan de madrugada, los que lo toman antes de irse a trabajar o los que disfrutan de lo dulce a media tarde. Una de las tradiciones de Madrid más queridas.
8. Buscar un hueco libre en una barra de los bares de la Plaza Mayor y comerte un bocata de calamares.
Aquí no tenemos el mar cerca, pero todo el mundo sabe que los mejores bocatas de calamares se comen en la capital de España. En pocas épocas del año saben mejor que en Navidad. Y en ningún lugar como en los bares cercanos a la Plaza Mayor. Eso sí, tendrás que hacerte un hueco en la barra o la mesa.
9. Tomarte las uvas en la Puerta del Sol (o las preuvas).
Todo lo que necesitas para disfrutar de una de las tradiciones de Madrid más arraigadas entre sus habitantes es hacerte con ropa de abrigo, un gorro de Papá Noel, matasuegras, una docena de uvas... y tener muchas ganas de pasarlo bien. Así es como se vive el comerse las uvas al ritmo de las campanadas del reloj en la mismísima y renovadísima Puerta del Sol. Si lo prefieres, puedes optar por hacerlo un día antes, el 30 de diciembre, en las conocidas preuvas, que ya se han convertido en un clásico casi tan arraigado como la propia Nochevieja.
10. Meterte en el bolsillo una ración de castañas asadas.
Las calles de Madrid se vuelven a llenar de puestos de castañas y no sabemos qué nos gusta más, si comérnoslas o el incomparable placer de sentir el calorcito que desprende una docena de este manjar tan típicamente invernal. Además, ahora también hay otras opciones entre las que elegir y puedes encontrar batatas y hasta mazorcas de maíz. Aunque nos quedamos con la tradición de las castañas que nos calientan el bolsillo.
11. Abrirte paso entre la marea de gente en Preciados.
¿Quién no se vuelve loco con las compras navideñas? Especialmente, los últimos días. La calle Preciados promete volver a llenarse de gente en busca de regalos para Navidad. Si quieres huir de una de las vías más famosas del centro, echa un vistazo a nuestra selección de calles para ir de tiendas donde podrás disfrutar también de las compras.
Antes era impensable deslizarse sobre hielo en Madrid, una ciudad donde las temperaturas rara vez bajan de los 0 grados. Pero desde hace ya unos años, la capital se llena de pistas de hielo efímeras en sus plazas y centros culturales como Matadero o Cibeles donde poder demostrar nuestras habilidades en patinaje.