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Con formación en el Basque Culinary Center, la historia de Leo Cabanillas alrededor de la gastronomía japonesa y la restauración viene de lejos. En 2008 montó con una socia japonesa un local en Rivas dedicado al té matcha (se adelantó a la tendencia actual unos años... así que tuvo que cerrar). Desde hace más de una década está al frente de un restaurante japonés gluten free en el corazón de Malasaña. Pero la apuesta y el empeño continúan. Dada la gran acogida de este proyecto pionero, se fue a Valencia para abrir en el barrio de Ruzafa y ahora vuelve al centro de Madrid para ser vecino de uno de los mejores cuscús de la ciudad (Souksou) y de una de nuestras coctelerías favoritas (Savas).
El primer restaurante japonés 100 % sin gluten de España
Un cerezo en flor, un jardín vertical, un arce, farolillos blancos... La decoración nipona se distribuye por todo el recién estrenado local de Lavapiés emulando las cuatros estaciones tal y como se presentan en Japón. Pero aquí hemos venido a comer sin gluten y, si lo quieres, vegano (el 80% de su carta se puede pedir en versión vegana) y a celebrar sus postres sin lactosa.
Quien ya conozca la carta de Okashi se sentirá como en casa en este nuevo restaurante. Muchas recetas, las más exitosas, se replican. Hay dos tipos de ramen, tenéis las kabocha korokke -cremosas croquetas de auténtica calabaza japonesa importada directamente de Japón-, el tori no karaage -ese pollo crujiente marinado en salsa de soja y sake con aroma de jengibre y ajo-, el katsudon y el kare raisu, un popular guiso de curry con verduras que se hace durante más de dos horas a fuego lento... Es un plan para compartir platos al centro de la mesa (salvo que decides ir a comer en barra) pero también para gastarse poco.
Platos de Okashi exclusivos en el restaurante de Lavapiés
Si en Malasaña los reyes de la carta son los takoyakis, en Lavapiés (Salitre, 45) el trono se lo van a disputar entre el okonomiyaki (hay en Madrid otro restaurante superespecializado en esta receta), que se puede escoger con carne o marisco (y, claro, también en sus opciones vegetariana y vegana), y el taiyaki, ese pastelito en forma de pez que en Madrid lo popularizó una famosa heladería y que aquí rellenan tanto con algo dulce (anko, nutella...) como salado (panceta marinada). La cosa es jugar.