Samantha Hudson
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Alfredo Arias Horas

Samantha Hudson: "Me considero una sinvergüenza y una sierva del espectáculo"

Hablamos con la "Miranda Makaroff de los pobres" por el lanzamiento de su nuevo single 'Dulce y bautizada'

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Travesti, rubia y escándalo. Con estas tres palabras se define Samantha Hudson. Como buena vedete del siglo XXI tiene su propio espectáculo semanal en la sala Maravillas Club, presenta junto a Jordi Cruz (sí, el de 'Art Attack') el podcast '¿Sigues Ahí?' de Netflix y el 19 de febrero estrena una nueva canción titulada 'Dulce y bautizada'. ¿Se puede empezar mejor el 2021? Sin duda, este es su momento.

¿Cómo te presentarías a quienes aún no te conocen? Ponerte la etiqueta de artista se nos queda corta.
El único problema con esa etiqueta es que la encuentro demasiado pretenciosa. Decir que eres artista supone admitir que haces arte, y yo no estoy segura de hacerlo. Lo único que hago es darles a mis seguidoras altas dosis de yo misma. Mi imaginario y mis proyectos son una hipérbole de mi propio temperamento. Entonces, de ser algo, sería una vaga de mucho cuidado, pues solo quiero pasármelo bien y hacer lo que me gusta con el mínimo esfuerzo. Y como resulta que lo que menos trabajo me cuesta es ser yo misma, eso es lo único en lo que invierto mi tiempo. Me considero una sinvergüenza y una sierva del espectáculo. Cada día lo tengo más claro: he nacido para vivir en el show.

Intento estar formada y trabajar mi discurso para que sea lo más consecuente e inclusivo posible

¿Da vértigo que muchas personas del colectivo LGTBI te vean como un referente?
Puedo parecer muy loca y desenfrenada, pero es una decisión muy premeditada ser tan espontánea. No es que esté obsesionada con lo que puedan decir, pero no me gustaría que alguien tuviera una imagen de mí con la que yo no me sienta correspondida. Por eso intento estar formada y trabajar mi discurso para que sea lo más consecuente e inclusivo posible. No me da vértigo que me consideren un referente. De hecho, me hace sentir muy orgullosa que tanta gente ponga en valor las cosas que digo y me muestren tanto apoyo y cariño. De todos modos, tenemos que comprender que es posible que a veces la gente piense cosas malas de nosotras y se generen malentendidos, pero no tiene por qué ser nuestra culpa. Yo estoy tranquila conmigo misma porque me identifico con mi propuesta y creo que soy bastante autocrítica. No tengo miedo a rectificar ni a cometer errores. La vida es una evolución constante.

¿En estos tiempos el sentido del humor es la mejor arma posible? 
Bajo mi punto de vista, el sentido del humor es el mecanismo de defensa más poderoso que existe. Cuando la realidad te sobrepasa y ya no sabes cómo afrontar los conflictos usando la razón, hacer una broma o reírte de la situación te ayuda a observar la vida desde otro punto de vista. A veces el día a día es tan absurdo que la única forma de hacerle frente es ser más absurda aún. Y cuando no sabes cómo abordar un problema ni cómo responder frente a una determinada circunstancia, soltar una gracia o responder algo sinsentido te hace estar en control de la situación. Hay ocasiones en las que las cosas no tienen solución o, si la tienen, no depende de nosotras. Resulta frustrante romperse la cabeza intentando controlar algo sobre lo que no tenemos poder. En esos casos, reírse y recurrir al humor te ayuda a no tomártelo en serio y a no ahogarte en un vaso de agua. Tener un buen sentido del humor es, en esencia, lo mismo que tener fe en una religión.

¿Qué miedos e inseguridades consideras que aún tienes que superar?
Estoy muy condicionada por la libido y la sexualidad. En las redes llevo esa pose de dominatrix guarrona y ninfómana, pero si ves mis entrevistas enseguida te das cuenta de que soy una persona muy insegura a la que le cuesta desarrollarse en términos sexuales. La deseabilidad de los hombres gays está muy condicionada por un ideario de masculinidad muy estereotipado. Puede parecer una tontería, pero me cuesta muchísimo ligar con hombres homosexuales porque, la mayoría, debido a mi expresión de género hiperfeminizada, no me perciben como un chico y no son capaces de desarrollar impulso sexual hacia mí. De cualquier manera, esta reivindicación está basada en meras inseguridades. No creo que sea legítimo aspirar a convertirse en un objeto sexual. No quiero que mi felicidad o mi estado de ánimo dependan de cuán atractivo me puedan considerar. Pero sí que admito que, a día de hoy, este sentimiento es el que más conflictos me genera. 

Yo no soy la travesti más guapa ni que mejor se maquilla, ni la que mejor baila

De eso mismamente trata tu inminente nuevo single, 'Dulce y bautizada', producido por Putochinomaricón. ¿Qué puedes avanzarnos de ello?
Es una canción que habla de la vorágine de hipersexualización en la que nos estamos viendo envueltas. Trata sobre el celibato y la castidad, hablando de estos conceptos con un tono de humor y planteándolos como las próximas tendencias de moda de esta temporada. Es un tema muy puntero y bailable con una letra que recuerda a mi primer single, 'Maricón'. Mucho sarcasmo, mucha herejía y muy, muy poca vergüenza. 

Imaginamos que esta no será la única colaboración que harás con Chenta Tsai. ¿Has encontrado en él algo así como tu media naranja musical? 
Chenta es un músico excelente y un artista de admirar. Ya nos conocíamos de antes, pero al trabajar juntos nos hemos dado cuenta del fantástico tándem que formamos. O, al menos, así lo percibo yo bajo mi punto de vista. Hemos hecho dos canciones con las que me siento muy conforme. Creo que son el siguiente nivel de mi carrera musical. Espero poder seguir trabajando con Chenta porque, verdaderamente, es uno de los músicos más célebres de nuestra generación.

¿Cuáles son el mejor y el peor consejo que te han dado en tu vida? 
El peor fue que me pusiera aparatos. Y el mejor era una frase que decía: “Si la gente no sabe lo que estás haciendo, no puede saber que lo estás haciendo mal”. La totalidad de mi filosofía gira en torno a esa sentencia. Yo no soy la travesti más guapa ni que mejor se maquilla, ni la que mejor baila, ni la que tiene la voz más prodigiosa. Ni siquiera sé coser y mis looks no cuestan más de 3 euros. ¿Pero qué más da lo que tengas mientras lo sepas vender? Así pues, yo me planto en el escenario hecha un completo esperpento, con unas pintas deshechas y una propuesta de lo más hortera y extraña, y le digo a la gente que es aposta porque soy punky, trash y la reina del undergorund. Entonces, de repente, paso de ser una mamarracha que no se sabe maquillar a “una visionaria que juega con los límites de la estética y encarna el espíritu de la cultura basura”. 

Yo me planto en el escenario hecha un completo esperpento y le digo a la gente que es aposta porque soy punky

¿En un futuro, más allá de los singles, cabe la posibilidad de que Subterfuge lance un LP tuyo? ¿Es algo que tienes en mente?
Soy una Virgo empedernida y nada me gustaría más que ordenar mis creaciones musicales en un LP chulísimo y divertido. Por el momento seguiré lanzando canciones sueltas hasta que sienta que todo va cobrando forma y me vea preparada para recopilar los temas en un álbum un poco más conceptual.

Uno de los momentos más fantasía de tu currículum fue cuando apareciste en un videoclip de Isabel Pantoja. ¿Es "rara, siniestra, extraña, oscura" tal como contó Mila Ximénez en 'Aquí Hay Tomate'? ¿O, en realidad, no es para tanto?
No quiero entrar en detalles, pero no se portó todo lo bien que debía haberse portado. Me esperaba que fuera más genuina y mucho más sencilla. Tampoco hizo nada del otro mundo, pero al parecer hay artistas que valen mucho más por la leyenda que por la persona.

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