Un bar tranquilo, cálido y de toques arabescos. Los cojines con estampados étnicos, la madera y la decoración de La Nueva Troje nos transporta a paraísos orientales. Estos elementos se combinan con otros más llamativos como un grafitti con el nombre del bar, algunas luces azul eléctrico y un árbol artificial de lo más llamativo.
Es un local encantador, ideal para tomarse una Caipirinha o una piña colada y relajarse en sus cómodos sillones mientras fumas una shisha. Además, posee un segundo salón más pequeño e íntimo. Si no has salido cenado de casa y quieres matar el gusanillo, el local te ofrece mini-hamburguesas o tostas.