Es probablemente uno de los edificios más reconocibles de la arquitectura española. ¿El responsable? No podemos decir que se deba única y exclusivamente a la belleza de sus líneas. ¿Es bonito? Sí, pero no de esos edificios que se guardan en la retina para el recuerdo. Su popularidad tiene más que ver con que el reloj de la torre de la Real Casa de Correos es el que se encarga de dar las 12 campanas que cada 31 de diciembre marcan el inicio de un año nuevo.
Situado en pleno centro de Madrid, en la Puerta del Sol, este edificio de la segunda mitad del siglo XVIII es uno de los más antiguos de la zona. Justo delante de su entrada principal se encuentra la famosa placa que indica el punto exacto del ‘kilómetro cero’ de las carreteras. Actualmente, funciona como sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Interior
En el interior de este edificio es posible encontrar dos enormes patios porticados, en torno a los cuales se articula toda la construcción.
Historia
Los orígenes de lo que en la actualidad es el edificio de la Real Casa de Correos se remontan hasta la época del reinado de Fernando VI, cuando este monarca encarga a Ventura Rodríguez la construcción de un inmueble que haga las veces de sede del servicio postal. Esto no llega a ocurrir y habrá que esperar la llegada de Carlos III para que este proyecto volviera a ponerse en marcha. Eso sí, con otro arquitecto al frente: el francés Jaime Marquet. Hay quien dice que esta elección no gustó mucho y que hasta el mismísimo Satanás se aparecía ante los obreros encargados de la construcción para advertirles de su descontento. Leyendas a un lado, el edificio se puso en pie y, desde entonces, ha sido testigo y, en ocasiones, albergado algunos de los momentos históricos más importantes que ha vivido la ciudad de Madrid.
Arquitectura
La Real Casa de Correos es un edificio con planta rectangular de fachadas de ladrillo visto y piedra blanca, con un toque de tonos oscuros que le proporciona el hierro labrado de sus balcones. En la principal, destaca la gran puerta de entrada coronada por un balcón de mayor tamaño que el resto y un altorrelieve que representa el escudo de Carlos III, monarca que lo mandó construir a mediados del siglo XVIII. Para la llegada del reloj que muchos españoles miran con atención para que marque su cambio de año cada 31 de diciembre, hubo que esperar un siglo más, hasta el XIX, cuando el relojero Losada se lo regaló a la ciudad.
Visita Real Casa de Correos
Este edificio tiene un uso institucional y administrativo por lo que no suelen ser habituales las visitas turísticas. No obstante, en ocasiones es posible recorrerlo. En la web del Ayuntamiento de Madrid indican que “se recomienda regular las visitas”, pero que existe la “posibilidad de concertar cita para su visita en grupo”.
Exposiciones
Que este edificio tenga un uso institucional y las visitas a su interior estén restringidas no significa que no se pueda acceder a él. Además de la citada posibilidad de concertar visitas en grupo, también suele ser habitual que sus instalaciones acojan exposiciones (normalmente, están vinculadas a la historia de Madrid), así como presentaciones de eventos. Para conocer su programación, basta con que leas hasta el final de este artículo.
¿Qué era antes el edificio de la Comunidad de Madrid?
Lleva en pie más de 200 años por lo que son muchos los usos a los que ha sido destinado. Desde, como su nombre indica, oficina de correos hasta sede de la Capitanía General allá por el siglo XIX, pasando por las prisiones que albergó durante el franquismo, el Ministerio de la Gobernación que vino después, hasta convertirse, en 1985, en propiedad de la Comunidad de Madrid, que en la actualidad tiene aquí la sede de su Presidencia.
¿Cómo se llama el edificio donde está el reloj de la Puerta del Sol?
Real Casa de Correos.
¿Quién construyó el edificio de Correos?
La Real Casa de Correos es obra del arquitecto francés Jaime Marquet, quien recibió el encargo del monarca Carlos III.
Dónde está
A este edificio lo encontrarás en el número 7 de la Puerta del Sol.
Cómo llegar
Por estar ubicado en un lugar tremendamente céntrico, concurrido y peatonalizado, lo más recomendable es dejar el vehículo propio en casa y apostar por el transporte público y las múltiples opciones que ofrece. Así, puedes tomar las líneas 1, 2 o 3 de metro, hasta Sol; o las líneas 002, 5, 6, 15, 20, 26, 32, 46, 50, 51, 52, 53, 65, 150, SE712, M1 y N26 de autobús; o, bien, decantarte por el Cercanías. Las líneas C3, C4, C4a y C4b también llegan hasta Sol.
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