Nosotros que somos muy fans de los brunch, creíamos haberlo visto ya prácticamente todo. Pero claro, eso es porque aún no habíamos ido a probar el que ofrece el Hotel InterContinental los domingos de 13.30 a 16 h. Y diréis, un hotel, es caro fijo. Y sí, es cierto, pero creemos que es el mejor capricho que podéis daros un fin de semana cualquiera en Madrid.
Instalado a pocos metros de la entrada, es fácil de encontrar al cruzar las puertas giratorias del hotel. El maître os llevará hasta vuestra mesa, donde os servirán las bebidas unos camareros muy amables y entonces empezará el festín. Bajo una espectacular lámpara ‘chandelier’ se sitúa el amplio buffet libre con más de 200 referencias distintas. Hay tantas cosas que no sabes cuál elegir. Desde los tradicionales huevos benedictine, hasta diferentes tipos de ensaladas, sushi (que preparan allí mismo en vivo), marisco, embutidos, más de 20 tipos de quesos diferentes, arroces, rosbif… ¡dan ganas de probarlo todo!
La música en directo de un arpa y el precioso jardín interior convierten la experiencia en un auténtico placer. A la hora de escoger un postre tampoco lo tendréis fácil, decenas de miniaturas os esperan con exquisitos dulces, especialmente sus milhojas. El maestro pastelero suele estar por allí, recomendando y explicando sus mejores creaciones. ¡Ah, y también podéis ir con los más pequeños de la casa! Tienen animadores infantiles para que se lo pasen en grande. Lo más doloroso es el momento en que llega la cuenta, pero merece mucho la pena darse este pequeño lujo al menos una vez en la vida.