Más enfocado a los turistas que a los propios madrileños (de ahí que tengan también una entrada combinada con Las Ventas y que, por supuesto, el menú incluya paella para cenar), el Café de Chinitas es un buen sitio si te gusta sentirte como un aristócrata del siglo XIX (y no te importa pagar precios del siglo XXI), en un auténtico palacio del XVIII, con una decoración inspirada en Lorca, los mantones de Manila y el mundo de los toros. Esta autodenominada 'Catedral del Flamenco' es cara, sí, pero al menos sabes que disfrutarás de un buen espectáculo, con buenos artistas del momento.
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