Desde que se prohibió fumar en los bares, los clubes de fumadores han sido la alternativa para los que se resisten a dejar el vicio del tabaco. No puede entrar cualquiera, sino que su acceso es restringido. Sin embargo, su éxito se debe a la creatividad a la hora de crear una programación.
Los jueves tienes jam sessions donde los espontáneos pueden llevar sus instrumentos y marcarse sus ritmos. Sus 325 metros cuadrados, sus dos barras y el escenario da lugar a que sus socios disfruten de actuaciones, conciertos, fiestas privadas o exposiciones.