Un bar relajado, presidido por un retrato de la madre del dueño: la estrella del cine yugoslavo Olivera Markovic. El ambiente musical es nu jazz y funk, y gracias a los sillones y sofás, es un lugar fácil para que termines quedándote toda la noche.
Cada vez más, sin embargo, se ha convertido en una parada en la ronda pre-club.Sus alineadas botellas destacan al filo de las estanterías y la barra. Suelen servir algunos whiskys y rones interesantes. A veces también organizan divertidas catas de ginebras o vinos.