Para algunos, los tatuajes son una forma de expresión artística grabada para siempre en la piel. Para otros, una moda pasajera. Pero en el cine, donde cada vez se cuidan más los detalles, el dibujo de una calavera en el brazo, un tatuaje en la mano o el nombre de un examante en letras góticas en el muslo pueden reforzar el carácter de un personaje o, incluso, destacar un rasgo de su personalidad que hasta ese momento era inapreciable. Repasamos la historia cinematográfica para traeros los mejores tatuajes del séptimo arte. Algunos seguro que os suenan, otros solo los más observadores los recordarán.
'Memento', de Christopher Nolan
'La noche del cazador', de Charles Laughton
Robert Mitchum es el hombre del saco, un diablo vestido de predicador protestante que lleva las palabras 'Love' y 'Hate' tatuadas en los dedos, en letras mayúsculas y tinta negra, como si hubiera metido los puños en una imprenta. Un tatuaje en la mano simple, pero muy efectivo. Décadas más tarde le salió un imitador de pacotilla, Charlie de 'Lost'. Pero tenía tan poca clase…
'Elektra', de Rob Bowman
Chris Ackerman es como un pokémon. ¿Su arma? Un zoológico de animales salvajes que lleva estampados en el abdomen, y que cobran vida cada vez que tiene que librar una batalla. Aquí veis un lobo saliendo de sus costillas. Antes era una calcomanía, y ahora ha tomado la forma de una bestia de colmillos tan afilados que te podría abrir en canal con sólo una caricia. Salvo tatuajes en las manos y en la cara, no le falta detalle.
'Sopa de ganso', de Leo McCarey
'Moby Dick', de John Huston
'Alabama Monroe', de Felix Van Groeningen
Lo que más nos ha conmovido de 'Alabama Monroe' es la imagen de Veerle Baetens vestida de 'pin-up' flamenca estirada sobre el capó de la camioneta, con sus dos docenas de tatuajes a la vista. Dice que tiene el mal vicio de tatuarse el nombre de los hombres a los que ama sobre la piel, y que cada vez que alguno le rompe el corazón hace tapar su firma con un nuevo tattoo. Su cuerpo es un cementerio de amantes sepultados y nunca un tatuaje en la mano lució tan sexy. Sí, quizá le habría salido más a cuenta tirar de calcomanía, o comprarse un buen rotulador.
'Promesas del Este', de David Cronenberg
Todos recordamos la lucha en la sauna turca porque confirmamos una muy extendida sospecha: Viggo Mortensen es un macho bien dotado. Si hubierais desviado la mirada de aquel portento de entrepierna, también hubierais visto que su cuerpo parecía el mapa del tesoro de Long John Silver. El más vistoso era la cruz griega de un palmo que llevaba estampada sobre el esternón, aunque los tatuajes de manos y brazos no se quedan tampoco atrás.
'El hombre ilustrado', de Jack Smight
El cuerpo completamente tatuado de un vagabundo sirve como hilo para contar las historias que ya narró Ray Bradbury en una recopilación homónima de 18 cuentos de ciencia ficción sobre la naturaleza humana. Cada tatuaje que Rod Steiger luce en su cuerpo representa uno de los textos y fueron dibujados sobre su piel supuestamente por una mujer del futuro. La realidad es que el equipo de realizadores y maquillaje se ganó bien su sueldo en esta película. Tanto es así que les dedicaron el documental ‘The Making of The Ilustrated Man’.
'Tatuaje', de Bigas Luna
Un cadáver es recogido en las aguas de la Barceloneta. No sabemos gran cosa. Sólo que lleva una inscripción en el brazo: "He nacido para revolucionar el infierno". ¿Estamos, quizá, ante un Lucifer derrotado? Las investigaciones del Pepe Carvalho de Montalbán llegan al cine gracias al añorado Bigas Luna. ¿Sabéis que esta fue su primera película? ¡Incluso antes de 'Bilbao'!
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